GOOD BOY GONE BAD ➳ Choi Yeonjun +18/ BOOK#1 [TERMINADA]

𝚇𝚇𝚇↬are yoυ ѕaтιѕғιed?

Cuando alguien está débil va a continuar estando débil hasta que aprenda a sobreponerse a su debilidad. Es un hecho. También que cuando se encuentra así es más propenso a cometer los mismos errores anteriores de su vida. Esto se debe a que donde fuiste feliz siempre regresarás porque es sencillo confundir dolor con la felicidad.

El ser humano es muy débil y su confianza se rompe más fácil aún. Tan solo es necesario inducir un poco de dolor en lo que más quiere para hacerlo buscar otro lugar donde fue feliz, vuelvo a repetir, aunque confunda ese lugar de dolor con el que fue felicidad alguna vez.

Leer a las personas es una de las cosas que se me dan perfectamente. Manipularlas tampoco es un problema. En fin, tratar con una destruida Malía no se me complica para nada. Además que ya había tratado con ella lo suficiente para reconocer los patrones de su personalidad. Sin embargo, no sé si lo nuestro me hace bien o mal. Es extraño lo que empieza despertar en mí esa chica.

Primeramente, si no lo han notado ya y son muy primerizos en el tema, yo, Choi Yeonjun, aclaro que soy un psicópata. Y no, no todos los psicópatas están entre rejas ni forman parte de un peligro a la sociedad. Los que nos lleva a esa condición no son la sangre ni los deseos obsesivos de matar. No todos vamos a cortarlos en pedacitos como en esas pelis de terror donde alimentan ese tabú. Los rasgos característicos en nosotros son la manipulación, la falta de remordimientos y la incapacidad por sentir emociones significativas saludables como el amor. Es muy raro ver a un psicópata enamorarse o sentir algo por alguien más.

Somos malditamente inteligentes y muy meticulosos en cada uno de nuestros actos, esa es la razón de la facilidad con que alcance mi notorio puesto de psiquiatra a tan temprana edad.  A diferencia de los sociópatas quienes son impulsivos e están en lugares de mala vibra, nosotros somos muy comunes en los altos rangos de la economía. Un dato curioso es que uno de cada vente CEOS es un psicópata.

La forma en que canalizamos nuestros sentimientos es sencilla para nosotros. Sabemos perfectamente lo que sentimos y como varían. Somos incapaces de sentir amor pero no inmunes a lo que nos llega a causar una persona especifica.

Bueno, he aquí el punto final, lo que siento por Malía. Es todo lo contario al amor. Es un vínculo simbiótico absorbente, posesivo y aniquilador para ella. La necesito para mí porque ya me imprimí en ella. Desarrollé la necesidad de tenerla como mi objeto favorito e vivir persiguiéndola cual cuervo a una brillante alma. Es mía, toda mía, no permitiré a nadie más que no sea yo poseerla.
Y esto mis señores, es lo más cercano a enamorarse que puede sentir un psicópata.

Veo a Malía removerse a mi lado. Una sonrisa surca mis labios por lo tierna e pura que se ve con los ojitos cerrados. Utilizo mi mano para quitar un mechón negro de su rostro sereno, ganándome un gruñido de su parte.

– Yeonjun – Suelta con voz adormilada mientras talla sus ojos.

– Buenas noches, pequeña – Sonreí aún más al ver sus ojos abiertos – Por cierto, feliz cumpleaños. Mejor tarde que nunca, eh.

Frunce su ceño profundizando una mirada analizadora a mi persona antes de dar un brinquito en su lugar, abrir los ojos como platos y comenzar a ver todo su alrededor con miedo.

Nos encontramos sobre una cama en uno de los cuartos que pertenecen a una de mis casas bajo una identidad falsa, no soy anormal, no la llevaré a mi casa. Mi casa será el primer lugar que la policía revisará desde que Malía sea dada por desaparecida.

– ¿Dón-dónde estoy? ¡¿Qué más hecho?!

– Nada, aunque ganas no me han faltan – Contesté con burla, corriendo la distancia que había entre ambos en la cama para pegarla a mí. Una escurridiza mano se deslizó bajo la tela de la camiseta que traía puesta de las mías, jugando entre mis dedos con el elástico de sus bragas entre mis dedos – Me he aguantado porque es más delicioso escucharte pedirlo.