𝚇𝚇↬ѕalιó мejor de lo qυe мe eѕperaвa

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No podía dejar de pensar en mi descubrimiento. Se convirtió en algo imposible. Soobin estaba implicado en contra de mí ¿Por qué él? Solo habíamos compartido unas palabras y nos caímos bien, ¿no? ¿Eso era lo que me intentaba decir el desconocido del teléfono?
Además y para ser más extraño, era hijo de la pareja del incendio que no tengo nada que ver ni idea de él. Tampoco sé nada más. Esto es más enmarañado que un crucigrama.

– Eh, Malía, Tierra llamando a Malía.

Parpadeé un triplo de veces antes de recaer la mirada en Jungkook. Mi cuñado me hacía señas extravagantes moviendo las manos enfrente del televisor como paloma al abrir vuelo. Ni siquiera noté que se había puesto en medio, de hecho, ni tan siquiera note que el programa que veía se había terminado. Desde que me senté a ver la TV mi mente se había disociado del alrededor, metiéndome en una burbuja ajena a la realidad.

– Perdón, perdón – Me disculpé agitando mi cabeza – ¿Qué querías decirme?

– Estas un poco rarita hoy… – Soltó una risilla por lo bajo – Nada, solo recordarte que hoy invitaron a cenar a tu psiquiatra. Todo y todos están listos excepto tú que acabas de volver de Babilonia.

¡Mierda lo había olvidado totalmente!

– ¿Esta cena no será un inconveniente para ti, no? – Inquirió mirándome con los ojos entrecerrados – …porque con la cara que has puesto dio a entender como si dijera que Lizzy murió en un accidente.

– ¿Qué Lizzy qué? – Apareció la susodicha con el hermano menor en brazos.

– Aparte de hermosa también tiene buen oído – Me susurró Kook con un guiño discreto.

– Escuché eso Jungkook – Chilló Sunoo cercando posesivamente a mi hermana con los brazos – Lizzy es mía. No tuya. Basta de llamarla así enfrente de mí.

– Y pensar que antes él me llamaba hermanito – Lloriqueó Kook todo dramático. 

Dejando de lado a la pareja me sumergí en mi habitación para alistarme que de por si me encuentro atrasada. No tengo muy claro algo, sé que tengo que vestirme bien para cuando Yeonjun me vea y también que debo ser precavida con la ropa, no quiero dejar que mis padres descubran nada. Suspirando encontré algo en el closet, no era la gran cosa pero era bonito, sencillo y elegante. No resaltaba tanto ni se veía mal, escuetamente sencillo.

Me miré al espejo con aquel vestido gris de tirantes, tenía un poco de escote y se ajustaba ligeramente a mi cuerpo hasta la cintura, el resto bajaba libre hasta unos dedos encima de la rodilla. Agarré un mechón de mi cabello, seguía húmedo por el lavado de hace un rato y me daba pereza secarlo. Al final me decidí por desenredarlo y ya. Me gusta tener el cabello mojado porque es refrescante y mucho más en este clima del demonio. Seúl seguía pareciendo el infierno en la tierra bajo olas de calor. Ni por la noche ya refrescaba. El cambio climático cada vez es peor.

– ¡Malía están tocando el timbre! Baja y ábrele a tu psiquiatra – Escuché a Sarah desde la planta baja.

¿Yo? ¡¿Por qué tengo que ser yo?!
Capaz que a ese hombre le dé por ponerse a saludarme a su “sensible” manerita. Eso podría ser un desastre. Por cierto, ¿y cómo lo debo saludar yo?

– ¡Malíaaa!

– ¡Ya voy!

Temerosa me dirijo a la puerta, echando un vistazo alrededor, verificando que no hay nadie próximo. Lo cual resulta una buena fortuna no ver a nadie vecino.

– Bien, esto hay que hacerlo – Inhalo mientras abría.

– Me pregunté por qué demoraban tanto. Ahora sé la razón – Sonríe ladeadamente mirándome de arriba abajo sin ningún pudor – Me alegro que seas tú quien me reciba, pequeña.

GOOD BOY GONE BAD ➳ Choi Yeonjun +18/ BOOK#1 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora