𝚇𝚇𝙸↬υn мυndo de мayoreѕ

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Lunes. El inicio de una nueva semana y el día que la mayoría más desprecia. Estaba a solo dos días de la presentación de la obra e ya para el fin de semana llegaba unido a mi cumpleaños tan esperado.
Aunque el día no portaba un despejado bonito como esos claros anteriores, la mayoría de cosas marchaba bien excepto mi asistencia al colegio. El sol no había despertado, se encontraba echando una siesta tras los nubarrones. Las calles, vecindario y las escasas pantas de los alrededores estaban duchadas. Por mi ventana resbalaban las gotas de lluvia haciendo líneas en el vidrio. El repicar de cada gota al caer en el estanque hacia al señor tortuga asomar su cabeza tras las ondas del agua. El canto de algunas ranas era un himno que se escuchaba aun con la gran distancia entre el jardín y mi habitación. Ya apenas llovía, escasas gotas de agua descendían del cielo anunciando el pronto escampe. Y gracias a Dios estaba empezando a hacer un poco fresco tras estos insoportables calores.

– ¡Noona! – Chilló Sunoo lanzándose sobre mí en la cama.

Emití un quejido adolorido. Seguía en la cama sin importarme no poder dormir desde que me despertó la alarma para ir a la escuela. Solo intentaba relajarme admirando la inmensa vidriera de cristal que era mi ventana, relajándome con el paisaje y el sonido del agua.

– ¿Qué haces, noona? – Inquirió mirando la misma dirección que yo, ladeando su cabeza como cachorro. Su pequeño cuerpo estaba frente al mío mientras se echaba junto a mí.

– Mirando al cielo – Respondí abrazándolo por detrás.

– Me encantaba mirar al cielo también. Me encanta porque él nunca cambiará para que lo puedas ver. Siento que me está esperando para cuando pueda volar en él. Extender los brazos, cerrar los ojos y alcanzarlo. Pero me da miedo que solo pueda encontrar nubes.

– No, Sunito, tienes que volar sin miedo a cómo aterrizar. Él siempre te estará esperando. Y aunque está lleno de nubes, te prometo que no están ahí cuando subes.

– Pero los mayores dicen–

– Oye si piensas que todo es muy raro en este mundo de mayores, nunca olvides que para cambiarlo tienes que dejar volar tus ilusiones. Igual que existe todo aquello que puedas imaginar, solo tienes que creer con fuerza. Todo lo que desees a tu vida llegará si no dejas que el miedo te detenga.

Mi hermano se giró en mi dirección y con un lindo brillo en los ojos, agradeció sin necesidad de expresarlo en palabras. Eso es algo muy bonito, la inocencia de los niños es la cosa más pura que pueda existir. Por eso tenemos que cuidarnos al dirigirnos hacia ellos, mediar nuestras palabras y la forma de expresarnos. Hacerlos caminar siempre en línea recta no los llevará muy lejos, justo como dice el Principito.

– Y si al levantarte cada día ves cosas que no son así, Sunoo – Hago una pausa aferrando sus redondas mejillas entre mis manos – Recuerda que la melodía de tu vida depende de ti. Y si alguien quiere hacerte ver que hay cosas que es inapropiado para ti; recuerda tu rompecabezas no le sobran piezas para ser feliz.

– ¿Cómo estas tan segura, noona? ¿Cómo logras creerlo con tanta fuerza?

– He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: solo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.

Luego de terminarle de recitarle esa frase que aprendí de mi libro infantil favorito, me sentía melancólica. Sentí el dolor de mi crecimiento en las entrañas de mi ser. La etapa más bonita que pueda uno pasar es esa y la pase en un abrir y cerrar de ojos.

Toda mi infancia deseando crecer, ahora quiero volver a ella. Es irónico como esa situación nos pasa a la mayoría. Por lo tanto, si está en nuestras manos la inocencia de un niño, intentemos preservarla, algún día ellos lo van a agradecer.

– Lo esencial es invisible a los ojos – Repitió con una gesto pensativo, intentando no olvidarse la lección.

– Seguro. Los ojos son ciegos, hay que buscar con el corazón.

El menor se levantó, luego se alejó y terminó despidiéndose con un abrazo a mi cintura donde apenas llegaba. Una notificación me devuelve a la realidad, esta donde alguien quiere acabar conmigo. Esa es la razón suficiente para romper mi burbuja de lindos recuerdos. Este pequeño momento de euforia se siente tan tonto como mentirle a mi diario.

Lo sostengo en mis manos ansiando que se traté del desconocido del móvil, ese que me decía que confiara en él pero luego de preguntarle si Soobin estaba implicado dejó de escribirme.

Creo que casi estoy a poco de determinar quién es quién.

ೃ⁀➷♥ೄྀ࿐

– ¿Ya volverás a ver a Yeonjun? – Inquirió Lizzy, mirándome suspicazmente antes de cruzar la puerta junta a Jin.

– Uh-hum – Alcanzo a responder antes de subir al coche picando de Jin para luego irnos picando sus ruedas por las calles humedecidas.

El cielo, ese del que tanto conversamos mi hermanito y yo, seguía nublado, había escampado pero se veía con intenciones de querer derramar las lágrimas de las nubes sobre nosotros una nueva vez. Estoy más que segura que antes de que concluya mi cita con el psiquiatra ya estará lloviznando.

Justo come creí, nomás mi hermano montarse de vuelta en su coche, la lluvia más fuerte en unos cuantos meses, despertó con tanto ímpetu que para cuando llegué a casa de Yeonjun del corto trayecto de la calle del frente a su casa, yacía bañada de pies a cabeza.

– ¿Pequeña estás bien?

– Yeonjun… - Tartamudeo apenas a causa del frío.

– Tranquila, Malía, date una ducha caliente antes de nada – Me envuelve con una toalla que ni sé de dónde sacó tan rápido.

Mi helado cuerpo es recibido por el suyo junto a la tela con que me cubrió. Únicamente pienso en como quiero amar nuestros cuerpos mientras lo permitan nuestras almas, en ese calor sentimental que me suministra, en esas mariposas que aún estimulan en mí. Y cuando él me deja en el baño, no dudo aferrarme a su cuerpo, requiriendo su compañía. Yeonjun consiente, y a diferencia de cómo es siempre, delicadamente me ayuda en las misión.

Entonces si el amor es un arte sin las dudas y yo tengo miles de ellas. Soy una ciega enamorada.

La luna brillando por nosotros con tenue rayos entre las nubes, la fuerte lluvia azotando la capital con violencia, y en la noche pasando de todo entre nosotros. Aprovechando al máximo la oportunidad que nos dejó el tiempo, también le dimos aprovechamiento al tiempo, quedándome toda la noche junto a él. Compartiendo la calidez del tacto de los sentimientos igual que cuando los intentas dibujar en el aire.

El concepto de amor verdadero no lo entiendo pero tampoco lo quiero, me encuentro bien con esto que tenemos. Siento que dejo el surrealismo para pintar paisajes.





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Holi, ya volví y nadie se imagina el susto que he pasado que hasta creí haber perdido mi cuenta de wattpad. Bueno, a lo que iba, mañana debo volver a actualizar así que esperenlo con ansias. Y lo otro, es sobre este capítulo me vino en inspiración por una canción de Melendi y el Principito, que lo volví a releer🥺

GOOD BOY GONE BAD ➳ Choi Yeonjun +18/ BOOK#1 [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora