Especial #1

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Especial #1: ¿Esa es Jeni?

Otro bostezo y contando. No sé porque me levanté temprano.

Ah, cierto. Primer. Día. De. Clases.

No se imaginan lo que odio este día. Todo es maravilloso, vacaciones por allí, no hacer nada en todo el día por acá...hasta que llega este maldito día.

Agh, lo odio.

— ¿Qué hiciste en las vacaciones, Rodri? —me pregunta David al parecer contento. ¿Cómo puede estar feliz un día como este? Lo olvidaba, él siempre está de buen humor.

— Lo de siempre.

— Ah, bueno. Nosotros nos fuimos a la playa y después, a Mundo Marino. Estuvo increíble. Vi a la orca esa gigante, hable con los pingüinos... —calló.

Después de un rato de silencio, me doy cuenta que algo iba mal. Era raro que mi amigo se interrumpiera en mitad de una historia. Con todo lo que le gusta hablar.

— ¿Y que pasó con los pingüinos? —La verdad es que no me interesa en absoluto lo que David haya hecho en vacaciones. Lo único que quiero es dormir. Y ahí viene otro bostezo—. ¿David?

Si que está loco mi amigo. Empieza a contarme las mejores vacaciones de su vida y luego, se queda mirando un punto fijo.

Sigo su mirada y...Por Dios. De repente todo el sueño que tenía desapareció por completo.

¿Esa es Jeni? Está...diferente. Está...muy linda. No, está hermosa. Y viene hacia donde estamos nosotros. Ah, y a su lado viene Carol.

Ñe, ella sigue igual que antes. Pero, Jeni...

David se aclara la garganta y me aseguro de tener la boca cerrada.

— Hola, Carol. ¿Cómo estás? —Sonríe y yo lo miro con detenimiento. Él nunca se llevó bien con Carol, y ahora...parece que...no eso es imposible.

Vuelvo a observar la belleza que ahora está a mi lado.

— Y...Jeni, ¿qué hiciste en las vacaciones? —Las vacaciones de David no me importaban. Las de Jeni, sí.

Me ignoró. O sea, ni me miró.

— ¿Jeni?

Me mira confundida—. ¿Uhm?

Río y me mira mal—. Te pregunté si hiciste algo en las vacaciones.

— Ah, nada que te importe. —¿Acaso también puede tener una voz hermosa? No puedo creer que nunca le había prestado atención a su dulce voz.

— Vamos, no seas así.

— ¿Así cómo? —Oh, no. Creo que acaba de girar los ojos. Estoy jodido.

— Arisca. Yo solamente quería saber cómo la pasaste en las vacaciones.

De nuevo me ignora. ¿En serio? ¿De nuevo?

Suena el timbre de entrada, así que todos ingresamos a nuestra aula.

***

Creo que a partir de ahora mi materia favorita va a ser historia y esto gracias a la profesora que...adivinen? Me sentó junto a Jeni. Estoy más que feliz.

La cosa fue así. Yo estuve mirando a Jeni todo el día, (no exagero, no le despegue los ojos de encima en todo el día) entonces, la profe dijo que si quería verla, tenía que estar más cerca de ella y me ubicó al lado.

¿No es la mejor profe del mundo?

Así que ahora estoy solo a unos cuantos centímetros de la chica de mi sueños. Cabe aclarar que estaría un poco más cerca, si ella no se hubiera corrido lejos de mí.

¿En serio? ¿Tan acosador puedo parecer si observo a una chica por mucho tiempo?

Bueno, si quiero conquistarla voy a tener que dejarle espacio, ¿no? Pero antes...

— Jeni. —Les juro que viendo su cara me puedo dar cuenta de lo mucho que me odia. Y lo peor de todo es que no sé por qué—. ¿Me das tu Whats?

La cagué. Me fulminó con la mirada y luego, siguió escribiendo en su cuaderno.

— Jeni —susurré. Otra vez su cara de que no me soporta—. ¿Qué tanto escribes?

Me entrega un papelito y yo la miro interrogante—. Espero que por WhatsApp no seas tan insoportable. 




El celular de RodrigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora