01: Demonios de media noche

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¿Le temes a la oscuridad, Alicia? 

—No.

—Umm… No, no, eso es muy fácil… ¿Le temes a lo que puede estar tras la oscuridad, Alicia?

—No.

—Dime, Alicia, ¿me amas?

—...

*
*

Alicia

— ¡Lizzi podrías apurarte! —chilló Camile mientras le daba repetidos golpes a la puerta— ¡Llegaremos tarde!

Mi hermanita solía ser muy molesta, sobre todo a éstas horas de la mañana.

— Vete caminando entonces —respondí. Pude sentir el enojo de mi hermanita incluso al otro lado de la puerta.

Yo era la conductora designada desde que obtuve mi licencia, así que tenía que llevar a Camile a la escuela de camino a la mía. 

Era mi último año, así que la responsabilidad de llevar a Camile al colegio volvería a ser de mis padres en tanto me largara a la universidad.

Terminé de retocar mi maquillaje y detallé un par de veces más mi cabello. Tomé mi mochila y me encaminé hacia la puerta, con Camile siguiéndome los pasos.

En el auto, Camile parecía una radio encendida.

—En mi salón hay un chico que está cañón ¡Y ayer se volteó a mirarme!¡Sentí que me iba a desmayar!

Solté un suspiro de impaciencia e intenté concentrarme en la carretera, ignorando al pájaro loco atrás.

— ¡¿Me estás escuchando?!

— No, en realidad no.

— Eres una...

— Si sigues hablando de chicos le tendré que decir a papá.

Camile se acomodó en el asiento de atrás, cruzándose de brazos.

—Pero ya estoy grande —murmuró.

— Doce años no es estar grande.

Dejé a Camile en su escuela y me encaminé a la mía, la cual estaba a pocos minutos de ahí.

Al llegar, Isa me esperaba recostada de su Volvo. Su rizado cabello rojo deslumbraba bajo la luz del sol, cayendo sobre sus hombros, por encima de su chaqueta de cuero.

Debajo de la chaqueta traía un top blanco, acompañado de unos shorts y botas negras.

A esa chica todo le quedaba demasiado bien.

Isa era, por así decirlo, la oveja negra del grupo. Sus padres, los cuales eran absurdamente ricos, no reparaban mucho en su hija. Isa vivía prácticamente sola en una gigantesca mansión. Por pura cosa del destino la muy quientedijera fue a parar a ésta escuela y a mi grupo.

AxelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora