8: Complicaciones

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Alicia

*

Tan pronto como mis amigas despertaron les mostré el video, pues no sabía qué más hacer al respecto. Al menos no estaría confundida yo sola.

La verdad es que no puedo ni describir sus caras en ese momento.

—Pero qué carajos... ¿Por qué te está pidiendo disculpas a ti, Lizzy? —preguntó Lou, mientras se rascaba la cabeza— ¿Qué te hizo?

No sabía cómo explicarles aquello, si su versión era totalmente distinta. Así que no tuve más remedio que repetírselos de nuevo.

—¿Y cómo es que sucedió eso? Recuerdo que toda la noche estuvimos contigo -alegó Isa.

—Pero Kem parece recordar otra cosa —le contestó Lou—. Todo ésto es muy extraño.

Luego de un momento el timbre sonó, y me dirigí a la puerta , mientras Isa y Lou repetían nuevamente el video en mi celular.

Cuando abrí la puerta, visualicé de inmediato la cara de Lucian, quien traía unas bolsas con comida. Me dedicó una pequeña sonrisa y, antes de que pudiera preguntar, Isa apareció tras de mi.

—Lo he llamado yo -dijo Isa cuando me voltee a verla—. Lucian es estudiante de criminalística, ¡nos vendría bien una mano!

Mierda.

Lucian entró al departamento y yo le dediqué una sonrisita cordial, para luego arrastrar a Isa disimuladamente hacia una esquina.

—Isa, ¡éste asunto era muy privado! —le reclamé susurrando.

—Tranquila, hermana —respondió despreocupadamente—, Lucian es de toda mi confianza. ¡Será de mucha ayuda!

Cómo la odio.

Nos acercamos nuevamente a la sala, dónde Lou y Lucian veían la grabación. Lucian miraba con mucho detalle el video y soltó un leve suspiro cuando este terminó.

—Dadas las circunstancias, sería una verdadera metida de pata involucrar a la policía —comenzó Lucian—. No hay pruebas de que él te haya hecho nada, pero es un hecho que lo torturaron por eso. Podrían culparte.

—¡Pero si yo no hice nada! —exclamé.

—La policía podría pensar diferente.

Todo ésto era una completa locura.

¡Ahora yo podría ser la principal sospechosa de un intento de asesinato! ¡Y ni siquiera estaba allí!

Y mucho menos tenía ni la más remota idea de quién pudo haber estado involucrado.

—Entonces, qué carajos debemos hacer —preguntó Lou.

—Deberíamos buscar más pistas —contestó Lucian, luego volteó a verme—, algo que nos ayude a ayudarte, Alicia. Si no encontramos nada más, tú serás la primera sospechosa.

Lucian tenía toda la razón. Tenía que conseguir pistas, o cualquier cosa que pudiera servir.

El problema es que no sabía ni por dónde empezar.

Por lo menos ahora estaba segura de dos cosas:

Primero, no todo había sido producto de mi imaginación y segundo, había algo muy misterioso a mi alrededor, algo siniestro... algo capaz de hacer daño.

¿Pero de qué servía algo que solo yo podía recordar?

No tenía nada. Absolutamente nada.

Luego de divagar sobre miles de posibilidades de encontrar algo, las chicas y Lucian se fueron. Lucian prometió hacer un esfuerzo en rastrear el número que me envió el vídeo, pero alegó que era poco probable que el que haya enviado eso no hubiese destruido esa línea.

AxelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora