05: Espejismos

394 16 35
                                    


Alicia

Las chicas y yo vamos en el auto con Lou al volante, quien canta a todo volumen una canción de Rihanna.

La noche estaba bastante despejada, en comparación a como suelen ser las noches en Doloth, las cuales contaban con lloviznas incesables hasta el amanecer y un clima gélido capaz de congelar a cualquiera.

No estaba muy emocionada por venir, pero tenía que buscar la forma de despejar mi cabeza un rato de todas las cosas raras que habían sucedido hasta entonces.

Ya en la feria, caminamos entre los juegos y las tiendas de curiosidades. Isa y Lou hablaban entretenidas entre ellas, y yo me dedicaba a observar un poco mejor aquel lugar, el cual estaba bastante interesante después de todo.

—No puede ser, ¡Ya llegó! —chilló Isa cuando sacó su celular para revisarlo.

—Así que sí vino —replicó Lou.

—¿De qué hablan? —les pregunté alzando una ceja, mientras me limpiaba un poco de helado de la comisura de la boca.

—Si no estuvieras todo el rato en la luna lo sabrías, hermana —respondió Lou con las manos en la cintura—. Isa ya tiene conquista, para que te enteres.

—¿Ah, sí?, Wow —contesté.

—¿Ajá y qué tiene de sorprendente? —Isa frunció el ceño.

—Es que pensé que eras lesbiana —bromeé, casi ahogándome de la risa por la expresión que puso Isa, provocando que me tirara el helado al suelo y se marchara a buscar a su chico.

—¡Me debes un helado, estúpida!

—Bueno, linda. Quedamos nosotras, hay que ir a romper corazones —dijo Lou.

Probablemente ella iba a hacerlo. Yo solo me dedicaría a sentir algo de lástima por las víctimas amorosas que iba a atrapar hoy.

Lou y yo dimos un par de vueltas por los juegos, y pude notar como le daba su número a los chicos encargados de atender los puestos.

Luego de un buen rato aparece Isa, pero ésta vez acompañada de un chico, quien supongo es su conquista.

—Chicas, quiero presentarles a Lucian —dijo refiriéndose al chico junto a ella, quien nos miraba con una expresión de amabilidad—. Lucian, ellas son mis mejores amigas, Alicia y Lou.

—Es un placer —respondió Lucian con una voz grave y varonil, lo cual podría indicar que se trata de un chico más mayor, aunque eso solo era ganancia tratándose de Isa.

Todos tomamos asiento en un puesto de comida, quedando la pareja frente a Lou y a mi, lo cual me permitió detallar un poco mejor al chico.

Tenía unos ojos verdes muy llamativos y el cabello rojizo cayendo en pequeños mechones sobre su cara. Su cuello y ambos brazos estaban llenos de tatuajes y su piel era pálida y blanca como la porcelana.

Intenté no verlo más de la cuenta, ya que podía ser raro si notara que lo estuve mirando, así que me dediqué a distraerme con la comida.

Cuando mi amiga y el chico se comenzaron a poner melosos, Lou me dió una pequeña señal para marcharnos. Estábamos seguras de que no nos extrañarían.

—Creo que ya es hora de buscar algo yo también —habló Lou, mientras le lanzaba descaradas miradas a los chicos lindos que estaban atendiendo los puestos—. Hace tiempo que no tengo nada serio, y me parece que es hora de retirarme de mi vida de bandida, hermana.

Yo no le creía un carajo, obviamente.

—Ver para creer, Lou —contesté, rodando los ojos.

Mi amiga pareció falsamente indignada.

AxelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora