Solo era cuestión de tiempo para que encontrara a su destinado.
.
.
.
- Historia situada en un universo alternativo (Soulmates AU)
- El dibujo de la portada no es mío, si alguien conoce al autor, hágamelo saber!
- La trama es de mi auditoría, pero l...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Zen'in Maki no creía en eso de los "soulmates", "destinados", nada de eso. O más bien, prefería ignorarlo. A principios del año pasado, la marca que compartía con su destinado o destinada (nunca se sabía) había aparecido en su muñeca y parecía que nunca iba a quitarse.
Su marca era simple, pero un tanto extraña: una rosa con espinas, con unas tijeras cortando el tallo de esta misma rosa. No pudo evitar hacer una mueca de confusión cuando vió de que se trataba su marca que desde ese momento compartía con su soulmate.
Escondía aquella marca con unos vendajes que cubrían toda su muñeca, era la mejor manera de ignorarlo, la mejor manera de olvidarlo. No tenía interés ni tiempo en buscar a aquella persona con esa misma marca.
Y estaría así hasta el día en que muera.
... O sea... ¿Hoy?
Se le dificultaba respirar, la sangre se lo impedía: estaba tirada en el suelo, con sangre saliendo de su abdomen como si no hubiera mañana y su ojo derecho sangrando debido a unas heridas que unos idiotas del clan Zen'in le habían causado en una pelea. No quería ser vencida en ese momento, no de esa manera; tan solo la idea de morir a manos del clan Zen'in era más que horrible.
Pero hubo un momento en el que dejó de luchar, solo por un momento, y fue cuando cerró sus ojos (o más bien el ojo que no tenía herido) para tratar de calmarse. Y no volvió a abrirlos después de eso.
• • •
El sol pegaba directamente a su rostro, un molesto rayo de luz que no la dejaba seguir descansando la obligó a mover de posición su cabeza una y otra vez, a la derecha y a la izquierda, pero al ver como nada hacía la diferencia, no tuvo más opción que tapar su rostro con su brazo. Abrió lentamente el único ojo con el que podía ver, y se encontró a sí misma mirando el techo de madera de una habitación por unos segundos.
Casi de inmediato sintió un dolor proveniente de su cabeza y su ojo derecho, el mismo ojo que le habían lastimado, el que la obligaba a dejarlo cerrado. No pudo evitar soltar un quejido. Notó que algo estaba tapando el lado derecho de su rostro, tocando levemente la zona, pudo reconocer a los pocos segundos de que se trataba: eran unos vendajes.
— ¿Eh?
Recordó que anteriormente se encontraba tirada en un... ¿en dónde? No podía recordar eso, pero lo que sí recordaba era que había tenido una pelea con unos miembros del clan Zen'in, su propio clan del cual hacía mucho tiempo se había exiliado ella misma, y que estaba a punto de morir desangrada gracias a unas heridas. Se levantó casi de golpe, si no hubiera sido por un dolor inmenso que sentía en su abdomen cuando lo hizo.
