05 - Destiny

260 32 1
                                    

— ¿Qué dijiste? — pregunto la menor, con una expresión casi inocente

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— ¿Qué dijiste? — pregunto la menor, con una expresión casi inocente.

Maki se quedó un momento callada, tratando aún de procesar lo que acababa de ver; Nobara seguía mostrando su marca, aquella que la perseguía desde hace tiempo.

No podía ni quería creerlo. Quería pensar que sus propios ojos (al menos el que podía abrir) la estaban engañando. Tal vez era por la herida en su cabeza, eso también podría ser.

Pero dudo un poco.

—... ¿Cuándo...? — fue lo primero que pregunto después de unos segundos que se sintieron como una eternidad—... ¿Cuándo apareció tu marca?

La pelirroja parecía un poco confundida por la repentina pregunta, pero aún así decidió responder—. A principios del año pasado.

No podía ser peor.

La mayor se volvió a quedar callada, sus pensamientos hechos un desastre. ¿Cómo se supone que debería tomárselo? ¿Bien? ¿Emocionarse? ¿Qué carajos se supone que tendría que decir? ¿Tal vez un "¡Oh! Que coincidencia, ¡yo tengo la misma marca que tú!"? ¿O tal vez un "¡No quiero esto en absoluto!"?

Maki no estaba completamente segura de cómo Nobara se lo tomaría cuando se entere de que ella es su destinada. ¡Maldito destino! Si Maki pudiera, tomaría su espada y cortaría el destino en dos, para después hacerlo trizas.

— ¿Estás bien, Maki-san? — la pregunta de Nobara hizo que sus pensamientos pararan por un segundo—. Estás muy callada... ¿Pasa algo? — preguntó la menor, con genuina preocupación en su voz.

Maki casi se sentía mal de preocuparla—... Estoy bien — fue lo que dijo, con un tono más serio de lo normal—.. Solo... Mi cabeza duele un poco, es todo — mintió.

La menor se levantó de su asiento para acercarse más a Maki— ¿Duele mucho? Déjame ayudarte.

— No, no. Yo puedo sola — ahora fue ella quien se levantó de la silla de madera, fingiendo sentir dolor en su cabeza. Cuando en realidad, no le dolía nada, solo quería huir de ahí.

Aun no podía entenderlo. ¿Qué tan mala suerte podía tener para encontrarse a esa persona con su misma marca? Parecía que la vida la odiaba.

— ¿Quieres algún té para sentirte mejor?

— No — respondió, sonando ahora más brusca que antes. Se detuvo unos segundos a observar bien sus ojos; no había otra más que preocupación en ellos. Apartó su mirada, sintiéndose como una idiota—... Solo necesito dormir.

Nobara no dijo nada por unos segundos—... Esta bien, pero si necesitas algo, dime, por favor.

Maki asintió, y camino, en silencio, hacia la habitación en la que se había estado quedando. Quería estar sola, ya que no se esperaba que Nobara tuviera la misma marca que ella. ¿Qué debería hacer?

Se recargó de la puerta, maldijo en voz baja, y pasó su mano vendada por su cabello. ¿Debería simplemente decirle la verdad? Seguramente en cualquier momento lo descubriría.

Quizás sólo debería ser honesta.

Pero tenía miedo. ¿Zen'in Maki teniendo miedo? ¿Qué le estaba pasando? Ella nunca tenía miedo.

Pero era verdad, tenía miedo en esos momentos, por la posible reacción de Nobara al enterarse que ella era su destinada. Por todo lo que le había contando, y por lo que podía ver, la menor estaba muy emocionada por la idea de conocer a su destinado, no quería arruinarle sus ilusiones.

Ahora esas extrañas sensaciones que sentía tenían explicación, era porque Nobara era su destinada desde un principio.

¿Qué debía hacer?

Por otro lado, la pelirroja estaba un tanto confundida por la repentina reacción de Maki. Parecía que se sentía bien desde un principio, incluso ella se lo había dicho. ¿Le habría mentido acaso?

Suspiro, decidió que lo mejor sería dejarla descansar, pensaba que su dolor de cabeza era fuerte.

Lo que ella no sabía es que del otro lado de la puerta, Maki estaba pensando en que decisión tomar; ¿Debería decirle la verdad? ¿Huir? ¿Simplemente no decirle nada? Y su cabeza de verdad le empezaba a doler de tanto estrés que cargaba.

En realidad ella sabía que no debía porque estar así en esos momentos, no debía porque estar estresada, pero no podía evitarlo. Ella no quería eso.

Sus posibles opciones eran pocas, y considerando su situación actual, era difícil tomar una decisión correcta, ya que todas tenían un lado negativo. El destino definitivamente la odiaba.

Jaja no he tenido tiempo de actualizar, ayuda

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Jaja no he tenido tiempo de actualizar, ayuda.
Quedó muy corto, por la misma razón de que no tengo mucho tiempo.

Trataré de actualizar lo más pronto que pueda :)

River || « Nobamaki » Donde viven las historias. Descúbrelo ahora