Solo era cuestión de tiempo para que encontrara a su destinado.
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- Historia situada en un universo alternativo (Soulmates AU)
- El dibujo de la portada no es mío, si alguien conoce al autor, hágamelo saber!
- La trama es de mi auditoría, pero l...
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Conocer a su "soulmate" siempre había sido un tema de interés para Kugisaki Nobara. Le gustaba mirar su marca que descansaba en su muñeca, mirar ese dibujo de una rosa con espinas y unas tijeras cortando el tallo, e imaginarse que tipo de persona sería su soulmate.
Como deseaba que su destinado o destinada (nunca se sabe) fuera una persona carismática, millonaria, atractiva y de la ciudad. Cuanto deseaba salir de ese pequeño pueblo en el que vivía, en una zona alejada de la region de Tohoku, a cuatro horas de la estación de Morioka, en medio del campo.
Su sueño siempre había sido vivir en una gran ciudad, como Tokio, y realmente deseaba que su soulmate viviera en ese tipo de lugares, de ahí porque quería salir de ese pequeño pueblo.
Miraba constantemente a su marca que compartía con su soulmate, no podía evitar imaginarse cómo sería en realidad aquella persona, y tampoco podía evitar emocionarse.
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El otoño ya había llegado desde hace casi un mes, y ahora se encontraban en noviembre; el viento frío del otoño golpeaba su rostro, y hacía que su flequillo se moviera de su lugar. Mientras caminaba junto a sus dos mejores amigos, Fushiguro e Itadori, de camino hacia un río que no estaba muy lejos del pequeño pueblo en donde vivían, se encontraron con algo, o más bien, alguien más que peculiar.
Se trataba de una chica, la cual estaba gravemente herida, con sangre saliendo de su abdomen y un poco de su cabeza. El trío entró en pánico, pero sabían que lo mejor era tratar de salvar y curar a la chica; la única que tenía una buena idea de cómo hacer eso era Nobara, ya que su abuela le había enseñado cuando era más pequeña.
Miles de preguntas venían a su cabeza mientras paraba la hemorragia: ¿Por qué la chica estaba así? ¿Qué le había pasado? ¿Por qué, simplemente?
Unas de las cosas más peculiares de aquella chica con curioso cabello verdoso, era que mitad de su rostro, más específicamente la parte derecha de este, estaba quemado, y junto a ella había una extraña espada... ¿Quién usaba una espada en estos días?
— ¿Qué hacemos ahora? — preguntó Itadori, una vez que la hemorragia había parado— No podemos dejarla aquí...
— Lo mejor sería que la lleváramos al pueblo — respondió Fushiguro— Ahí el señor Watanabe puede atenderla.
— Pero el señor Watanabe no está en el pueblo. ¿No recuerdas que salió de vacaciones? — Itadori tenía razón. El único doctor del pueblo en donde Nobara vivía (ya que los dos chicos sólo venían de visita) se había tomado unas pequeñas vacaciones, y estaría afuera por un tiempo— ¿Qué podemos hacer ahora?
