Titania una superhéroe peculiar

Un enfrentamiento en la ciudad

El reloj marcaba las 11:30 de la noche. Titania esperaba en la cima de un edificio en el centro de la ciudad a que apareciera aquel hombre que la llamó. Su rostro, normalmente sereno, se veía reemplazado por uno de molestia, pero sus ojos reflejaban una intención asesina.

"Veo que fuiste una buena chica y decidiste hacerme caso. Muy bien hecho", una voz masculina se escuchó, acompañada del sonido de algo pesado cayendo al suelo, posiblemente algo metálico.
Titania se dio la vuelta y miró una armadura de combate, algo que no pareció impresionarla demasiado.

"Pareces alguien difícil de impresionar, pero iré directo al grano. No te muevas", un cañón en el hombro de Douglas se desplegó y apuntó hacia Titania. Un poderoso misil fue disparado y una explosión se hizo presente.

"Dicen que eres dura, seguro que eso no te ma-"
Antes de que pudiera terminar sus palabras, un fuerte golpe lo hizo caer al piso. Estaba anonadado al ver cómo, de la nube de humo, Titania salió intacta después de recibir un misil de lleno y lo sujetó del cuello.

"Un juguete como este no podrá hacerme daño. Ahora, dime, ¿le has hecho algo?" El tono de voz de Titania era muy severo, sus ojos parecían arder con una intensa llama.

"Él está bien. Tengo a un grupo de mercenarios rodeando su casa. Así que, si te atreves a hacerme algo, ellos lo matarán."
Mientras decía todo esto, activó en su brazo derecho una daga de energía y lanzó un corte hacia el cuello de Titania. No logró acertar, pero sí logró hacer que Titania lo soltara y se alejara de un salto.

"Ya veo... así que fueron tus mercenarios quienes cayeron en mi trampa." Titania miraba esa extraña arma de energía que se había formado, esto pareció despertar aún más su interés.

"¿Una trampa? ¿De qué hablas?" Douglas se lanzó al ataque, sus cortes eran veloces e iban hacia las zonas vitales, pero no lograba acertar. El peso de la armadura no era el problema, el problema es que Titania se movía a una velocidad absurda, lo que solo enfurecía a Douglas por la frustración de no poder acertar ni un solo golpe.

"¿Crees que todo lo que sé hacer es golpear muy duro? Te equivocas. Dejé hechizos por ese terreno; cualquiera con intenciones hostiles hacia el chico quedará inconsciente y sin deseos de luchar durante el resto de su vida si están en el perímetro."

Un ataque de Douglas iba directo hacia su rostro, pero ella detuvo en seco ese golpe. Una lanza apareció en las manos de Titania, un arma lumínica que desprendía cierta aura divina chocaba contra el arma mortal de Douglas.

"Soy mucho más de lo que tú puedes entender, Douglas." Un escalofrío recorrió la espalda de aquel hombre al escuchar su nombre.

"Dices saber todo de mí... pero yo también lo sé todo de ti, Douglas, padre de 3 hijos, un niño de 10 años y 2 gemelas de 14 años, ambas de madres diferentes, dueño de una empresa dedicada a la fabricación de armas en Estados Unidos."

La poderosa armadura de Douglas estaba siendo empujada por la fuerza de Titania.

"¡Eso cualquiera podría saberlo con una rápida búsqueda en Internet! Grrr... ¡No se supone que tengas tanta fuerza! Si crees que me ganarás, veamos cómo trabajas bajo presión". El cañón se desplegó nuevamente, pero no apuntó hacia Titania, sino hacia los edificios, empezando a disparar contra estos.

"¡Maldito desgraciado!" Ella salió disparada en dirección a los misiles, lanzando dagas hechas de luz que al contacto con los misiles provocaron una explosión. Las ventanas se destrozaron por la onda de impacto, pero se evitaron víctimas mortales. Sin embargo, un último misil impactó directamente en el rostro de Titania, lanzándola a volar lejos y haciendo que entrara en un edificio, derribando la pared.