𝑬𝑳 𝑽𝑨𝑳𝑶𝑹 𝑫𝑬 𝑼𝑵 𝑷𝑹𝑬𝑺𝑬𝑵𝑻𝑬 𝑺𝑰𝑵 𝑫𝑶𝑳𝑶𝑹

10 10 0
                                    

Siendo completamente honesto, olvidé por completo qué era lo que tenía pensado para este pequeño "espacio" del ensayo. Así que ahora será la primera vez que en el presente espacio haré un ejercicio por lo menos curioso; aunque estoy consciente que no es lo más correcto en cuanto a la estructura que ya he logrado definir dentro del mismo ensayo.

En este pequeño espacio de la totalidad del escrito haré una prueba que consiste en desarrollar la las ideas que irán guiando mis palabras a partir de lo que logré recordar de lo que estaba pensando cuando escribía la primicia de este capítulo y a la vez de lo que logré interpretar del significado de la misma primicia y de todo el valor subjetivo/abstracto que la compone.

Me percato que en el sentido de la posmodernidad somos personas que estamos muy entregadas al sentimiento, ¿esto puede ser malo? Pues si somos completamente serios, podríamos decir que depende, porque si no somos seres emocionales, solo seríamos entes destinados a cumplir con un rol determinado en la sociedad; pues como no tienes emociones al respecto, solo harás las cosas con absoluta mansedumbre y sumisión.

Por tanto, dicho rol que asumes no es realmente tu determinación final de decisión, pues no sentiste nada frente aquella labor que se te fue encomendada y por ello no haces realmente lo que quieres y por eso se concluye con que no eres enteramente libre.

Pero si somos seres emocionales, está la posibilidad contemplativa de volvernos frágiles, de terminar siendo vulnerables para algo o incluso para alguien, pues no tenemos forma de comprender lo que realmente somos en todas nuestras dimensiones; pero a pesar de ello, si se puede decir que al sentir somos más libres y propios que en el caso anterior, pues comprendemos lo que queremos y el cómo reaccionamos ante las acciones que va tomando el devenir de la historia del mundo al que pertenecemos, tanto en un sentido individual como global.

Sin embargo, realmente eso puede ser visto como algo malo, pues esta espiritualidad de verse como alguien capaz de sentir puede llevar a situaciones de emocionalidad, que son el detrimento del orden y por ende, esto conlleva un estado de impotencia que degenera en una acción revolucionaria o simplemente rebelde en sí misma.

El punto más a destacar que noto ahora es que si nos apegamos a lo que afirman los autores de la posmodernidad o nos quedamos en el simple boom del realismo mágico, nos comprendemos a nosotros mismos como que nuestras virtudes; las razones por las cuales merecemos existir, las cualidades por las cuales nos componen como seres maravillosos se puede definir como que es algo ad hoc en cada uno de nosotros.

Pues no tenemos que luchar por encontrar una suerte de categorización mínima; desde antes de nuestro nacimiento ya estamos siendo categorizados como algo; somos personas, vistas como seres que tienen unos derechos, unos principios y que en sí mismo merece un determinado grado de respeto. Ya luego de ahí están los pequeños detalles que determinan el nivel de respeto, valor o admiración que vas a tener en la vida, en donde a lo largo de la historia se nos ha probado que desde el color de piel, hasta la orientación sexual o incluso la "ingenuidad" de la juventud son métricas con las cuales medir tu relevancia en la sociedad.

Al final es cuando te das cuenta de que siempre fuiste algo, solo que son las minucias de un mundo completamente infectado por los gérmenes sociales las que te terminan corrompiendo y haciéndote creer que debes tener una valoración. Pero, me resulta curioso como todos los pilares de la posmodernidad solo logran que el individuo tenga una vida plena, autónoma y sin dolor aparente.

Pero lo curioso de aquello es que dichos valores y pilares, no salvan al individuo del dolor del simple hecho de enfrentarse a la vida misma. Porque siempre es bueno tener racionalidad, una autonomía, una utilidad dentro de la sociedad, pero ¿Qué hay de lo que nos constituye internamente? ¿Realmente somos personas plenas en una sociedad que solo busca la maximización de nuestra existencia?

La carencia de contemplaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora