𝟭𝟲

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Olivia se despertó gracias a un rayo de sol que entraba por la ventana. Miró a su alrededor y se asusto un poco ya que no era ni su habitación ni su casa. Cuando se iba a levantar, se fijó en que solo tenia la ropa interior puesta.

Se giró al escuchar un ruido que venía de la puerta de enfrente, se puso la camiseta que llevaba ayer, que de hecho estaba húmeda y se fue acercando a ver que era.

Al abrir la puerta se encontró con lo que nunca había pensado, allí estaba el búlgaro de espaldas, tomando una ducha. Desde donde se encontraba ella, podía admirar los tatuajes de la espalda. Fue bajando poco a poco la mirada y se quedo por varios segundos mirando las maravillosas vistas. Al cabo del tiempo, reacciono y cerró la puerta del baño despacio.

Después de ese momento se puso mas colorada que un guiri en Mallorca, cuando el salio por la puerta, ella intento disimular pero lo que no sabía es que el la había visto por el espejo.

- Joder, hasta que te has despertado. Ayer acabaste fatal. - dijo acercándose. - La verdad es que no me acuerdo de nada. - admitió. - Normal, después de todo lo que te tomaste. Te traje al hotel por que entre mi brazo y tu con la borrachera que tenias encima no pude llevarte a casa. - explico. - Muchas gracias. Oye... tienes algo que me puedas dejar? la falda y la camiseta están empapadas. - pregunto ella. A lo que el teñido le dejó unos pantalones y una camiseta.

- No tendrás un cordón o un cinturón, es que mira, me queda grande. - dijo ella soltándose el extremo haciendo que se baje instantáneamente. A lo que el rubio se rió. - La verdad no tengo nada. - indicó buscando en la pequeña maleta. - Bueno, déjalo que me pongo la correa del bolso.

Después de acomodarse el pequeño invento, bajaron a desayunar. Se sentaron en una mesa retirada de las demás y pidieron la carta.

- Oye, tengo una pregunta. Que hacía esta mañana en ropa interior? - pregunto sonrojándose un poco. - Ayer en la fiesta, Masi te tiro un vaso de agua sin querer y al llegar te quitaste la ropa. - explico. - Oh, lo siento. - se disculpo. Vino el camarero y les trajo su pedido.

Ella le quería preguntar acerca del beso de ayer, pero no le salían las palabras. El la noto algo tensa y comenzó a hablar el.

- Oye... - empezó. - sobre el beso de ayer y todo lo que me dijiste... - iba a seguir pero ella le cotó. - Ah, si. Sobre eso, no le tomes importancia fue una cosa del momento. - dijo intentando no tartamudear. - Seguro? - pregunto con una pequeña sonrisa. - Por que al parecer, a mi también me gustas y la verdad desde hace bastante tiempo... - reveló con una pequeña sonrisa

La morena no se esperaba aquella declaración y al escuchar a Misho, se quedo tiesa.

- Emmm... - se quedó pensando unos largos segundos. - La verdad, es que, se que te gusto desde hace bastantes días. - confesó riéndose. - COMO?! - alzó la voz mientras se iba sonrojando poco a poco.

- Anda, mira quien a aparecido por fin. - dijo cortando a la chica y levantándose para saludar a Nil. Ella se dio la vuelta y ahí estaba su mejor amigo, con unas ojeras moradas y las pantuflas del hotel.

- Tu también te has quedado en el hotel? - pregunto a la chica. - Si, cuando llegamos me fui con Werlyb que en su habitación había dos camas.

En un punto de la conversación, Olivia desconectó. Se preguntaba cuando le había dicho a Misho que le gustaba, ella juraría que solo se lo mencionó a Nil.

Le preguntaría más tarde sobre aquella declaración ya que la morena solo podía pensar en llegar a su casa, ducharse e intentar terminar el libro que estaba leyendo. Aunque también se tenía que arreglar para ver a una de sus mejores amigas.

- Chicos, yo me voy que me quiero duchar y he quedado para comer. - se levantó. - Luego hablamos. - dijo mirando fijamente al búlgaro para ya poder salir del hotel. Aunque tubo que volver para preguntarle al mismo donde estaba su vehículo.


[...]


Llegó a su casa, después de recoger a Mikado de la casa de una vecina para que le cuidase. Se vio al espejo del recibidor y por poco y se asusta al verse al espejo. Entre las ojeras casi negras y el maquillaje corrido, parecía un panda.

Tenía los ojos irritados y los labios secos, cualquiera diría que acababa de salir del deposito de cadáveres. Se tomó una aspirina para el dolor de cabeza y se fue directamente a arreglarse para aquella salida.

Se dio una ducha que hizo que se relajara y llego el momento mas difícil de su día, elegir que se iba a poner.

Después de casi media hora, se decidió por llevar unos pantalones anchos, una camiseta sin mangas y unos mocasines. Antes de irse, le puso comida al gato, agarro su bolso y saló por la puerta sabiendo que cuando vuelva se tumbaría en la cama para dormir hasta el día siguiente.







Siento no poder subirlo antes, pero es que empece la época de exámenes y no he tenido mucho tiempo, intentare actualizar lo mas pronto posible pero no prometo nada. Aun asi, muchisimas gracias a todos por votar!!

- Pikondo.

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⏰ Última actualización: Oct 24, 2023 ⏰

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Por la moda- Misho Amoli.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora