𝑽𝑶𝑺- 𝑹𝒖𝒔𝒉𝒆𝒓𝒌𝒊𝒏𝒈

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NARRADOR

Thomas cerró la puerta del depto con él pie y dejó los cafés en la encimera, había ido hasta Starbucks a por un frappucino cookies and cream, el favorito de Maia. Quería darle una sorpresa

Abrió la lacena agarrando unos muffins que había comprado hace unos días y dejo los dos en un plato, no sabía que más hacer

El timbre sonó sacándolo de sus pensamientos y caminó hasta la puerta para abrirla sin antes mirar quién se encontraba detrás. Tiago se apoyaba con una mano en el marco de la puerta y sonrió al santiagueño al verlo

-¿Tiaguito que haces acá?-preguntó Thomas extrañado

-boludo ayer te fuiste y no dijiste nada, andábamos preocupados-Tiago intentó pasar en cambio Rusher se lo impidió-¿qué haces?

-eh... acabo de limpiar y está el piso mojado

-si tenes dentro una piba no me voy a asustar

-no es una piba...-Tiago lo interrumpió

-¿volviste con la vieja es eso?-refiriéndose a La China

-no ¿qué te pensas?-Thomas suspiró-es una amiga que necesitaba ayuda, nada mas

-claro claro

Por otro lado Maia se despertó debido a los ruidos que venían del otro lado de la puerta, se estiró y movió su mano por la mesilla buscando su celular, bufó al recordar que este ya no servía

Se levantó de la cama perezosamente mientras estiraba el buzo de Thomas que llevaba puesto, frunció el ceño al escuchar dos voces fuera de la habitación y abrió un poco la puerta viendo a su amigo conversar con otro chico moreno

-no le digas a nadie, solo lo sabe el Duko-escuchó a su amigo

-¿se lo contas al Duko y a tu amigo el gotita no?

-sos un pelotudo

-¿Thomi?

Los dos morochos se giraron ante la aparición de una tercera voz en el espacio, Tiago analizó a Maia de arriba a abajo dándose cuenta que esa chica le sonaba de haberla visto antes, no sabía donde pero él juraba que la conocía

-buenos días Mai, perdon ¿te despertamos?-se disculpó Thomas

-si pero no pasa nada-la rubia se acercó a su amigo poniéndose de puntillas para dejar un beso en su mejilla-hola, encantada soy Maia

-igualmente, yo soy Tiago-el moreno le dio un ligero abrazo acompañado de un beso en la mejilla-eu vos me sonas una banda ¿nos conocemos?

-mmm no, capaz me viste en alguna joda-hace unos años claro porque hace como casi dos años que no salía-pero no, no me sonas

- bue da igual, os dejo tranquilos, luego hablamos wacho

-dale gotti-Maia vio a los dos morenos abrazarse y luego Tiago se despidió de ella moviendo su mano

Thomas cerró la puerta y sin previo aviso cargó a Maia como si fuese un saco de patatas hasta la habitación ignorando sus quejas

-¡Thomas salame!-la rubia pateó intentando zafarse del agarre- ¡bajame pelotudo!

-a sus órdenes princesita

Y pum

La espalda de Maia rebotó contra el colchón haciendo que la rubia ahogase un grito, Thomas comenzó a reirse mientras le lanzaba las almohadas y Maia movía sus piernas en un intento de patearlas