𝑽𝑶𝑺- 𝑹𝒖𝒔𝒉𝒆𝒓𝒌𝒊𝒏𝒈

13

NARRADOR

—Esto es un mundo de otro planeta

Una vez en la Bresh, Maia había quedado alucinando con todos los colores que había por todos lados, las luces de diferentes tonos, la gente súper buena onda, era otro mambo diferente a lo que estaba acostumbrada

A Maia le costó un rato soltarse entre tanta gente pero después de un tiempo comenzó a bailar con Emilia en el lugar vip donde normalmente están la mayoría de famosos, Emi se tomaba el tiempo de explicarle a Maia sobre la música que sonaba o de quien era así la iba introduciendo en la industria de ahora. Se bailaron todo durante toda la noche y se cantaron todo lo que sabían, y obviamente también bebieron todo lo que podían, tanto hasta que Mauro las fue a buscar

—solo unos pasos más dale pequeña—le animaba Mauro, el cual la tenía sostenida por la cintura con un brazo de Maia por sus hombros asegurándose que no se caía—boludo no las dejó salir más ¿se bebieron el agua de los floreros o que onda?—Maia rió suavemente— menos mal que a vos el King no te va a botar bronca, una suerte tenes

Mauro abrió la puerta con las llaves que anteriormente había agarrado del bolso de Maia y Thomas no tardó en aparecer por el pasillo medio dormido, había sido despertado por Mauro llamándolo desesperadamente al no saber que hacer con Maia

—boludo son las cinco de la mañana porque caraj...—se calló al ver el estado de Maia—Mai ¿qué pasó? 

—nada pedazo de salame, solo está en pedo—Thomas se acercó y la tomó por la cintura, Maia abrió los ojos y al reconocer a Thomas se abrazó a él—yo te dejó el bolsito acá con las llaves y me voy, les dejo solos que tengo que cuidar a la Emi también

—gracias Duko, nos vemos—agradeció Thomas

—nos vemos Rusher, y a vos también te veo pequeña—acarició la mejilla de Maia con su nudillo y ella sonrió—chau

Mauro salió por la puerta y Thomas se apresuró a cargar a Maia hasta la habitación, la dejó sentada en la cama y vio como estaba al borde de dormirse

—Mai—la llamó—tenes que cambiarte, yo no voy a cambiarte

—me da igual Thomi...

—no te voy a hacer caso, estas en pedo y no sabes que decís—Maia abrió los ojos perezosamente y se acomodó apoyándose en el cabecero de la cama—espera acá, no te movas

Thomas corrió hacia el baño a agarrar una toallita desmaquillante y poder desmaquillar a Maia, se sentó a un borde y con cuidado fue retirando el maquillaje de su rostro

—sos muy lindo—comenzó hablando Maia—en realidad no te merezco Thomi sos demasiado

—no digas pelotudeces Mai—Thomas votó la toallita al tacho de basura y agarró de la muñeca de Maia una liga de cabello

—Ignacio tenía razón, no soy suficiente, ni para mi hermano, ni para vos, y mucho menos para mí

Eso le había dolido hasta a él

—¿sabes? Mi hermano también hacia esto conmigo—siguió hablando mientras Thomas tomaba con suavidad su cabeza y comenzaba a atarle su cabello—él siempre me cuidaba, me hacía trenzas, me ayudaba a elegir que ponerme, bueno me ayudaba a todo en general. Era el mejor, pero la tuve que joder como siempre