𝑽𝑶𝑺- 𝑹𝒖𝒔𝒉𝒆𝒓𝒌𝒊𝒏𝒈

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NARRADOR

Las calles se le hacían infinitas a Thomas desde que arrancó el auto, una vez colgó la llamada había corrido como nunca hasta el auto y arrancó al momento. Iba lo más rápido que podía hasta el hospital de Buenos Aires, se preguntaba como carajo había podido ocurrir eso

Aparcó el auto en el primer sitio que encontró y salió corriendo hasta la puerta, buscó el mostrador y allí paró para respirar

—venía por Maia, una piba rubia así bajita—la recepcionista asintió

—Maia Monzón si ¿sos familiar?—Thomas negó—no te puedo dar datos entonces, lo siento

—soy su novio—respondió Thomas—soy lo único que tiene tengo que pasar a verla

—en ese caso, si. Segunda planta en psiquiatría, el médico de allá le dirá todo

—gracias

Thomas buscó el elevador y lo pulso repetidamente intentando que llegase lo antes posible, en cambio eso no iba a ocurrir claro. Una vez entró pulsó el botón que mostraba un "2" y esperó mientras su pie daba golpes en el suelo

Caminó intentando parecer normal hasta el mostrador de psiquiatría y allí preguntó a la chica que se encontraba en un computador

—vengo por Maia Monzón, me dijeron que aquí me dirían todo

La piba asintió y llamo a un señor que se encontraba en el fondo de la sala, él se acerco hasta el mostrador

—preguntan por Maia—le informó la chica y él señor asintió

—¿sos familiar? —le tenían las bolas por el piso con eso

—soy su novio—volvió a repetir, el señor asintió

—la trajeron un grupo de pibas hace media hora más o menos con un ataque de pánico, ni se sostenía de pie de los nervios. Le dimos un calmante y cuando despierte le haremos pruebas, podes pasar a verla, habitación veintitrés

—gracias doctor ¿cuando despertará más o menos?

—en media hora o así ya estará despierta

Thomas asintió y volvió a agradecer para dirigirse a la habitación, una vez allí encontró a tres pibas en la puerta de la habitación hablando

—hola eh....—saludo Thomas—¿ustedes trajeron a Maia?—las tres asintieron, una morocha comenzó a hablar

—vos debes ser Thomas, ella dijo que tenían que llamarte—Thomas asintió

—¿me pueden decir que ocurrió? Me dijeron que habían intentado abusar de ella—esta vez una colorada tomó la palabra

—estábamos en la cafetería, entró un grupo de pibes, debían ser como seis o siete adolescentes. Estuvimos viendo que algunos la miraban de más e incluso estuvieron haciendo comentarios, vimos que ella se mostraba incómoda y nos dio miedo que le hicieran algo por lo cual decidimos quedarnos hasta que se fueran—comenzó explicando la colorada

—ella se fue a tirar la basura detras  y vimos como dos de ellos iban hacia donde ella en ved de seguir a los otros—siguió la tercera piba, esta era morocha con mechas—al momento supimos que nada iba bien así que Sara se quedó a pagar—señaló a la colorada—y Anto y yo fuimos atrás. Vimos que le intentaban abrir la camisa y les gritamos, salieron corriendo y no volvieron a aparecer