- Sana, ¿Qué haces aquí? - Suho se levantó de su escritorio con una expresión de perplejidad en su rostro y miró su reloj - No tenemos una reunión hoy, ¿Verdad?
- No, quería pedirte un favor - Afirmó Sana, sonriendo tranquilizadoramente a Suho, mientras avanzaba un poco más hacia su escritorio - Necesito un codificador, necesito preparar mis anuncios para el sitio web, básicamente, necesito a tu mejor codificador
- ¿Qué te hace pensar que puedo permitirme el lujo de darte a mi mejor programador? - Preguntó Suho
- ¿Porque quieres hacerme feliz? ¿No quieres que nuestros anuncios fracasen? ¿Quieres que tenga los mejores anuncios posibles en tu sitio? - Sana alzó las cejas expectante, hacia Suho, esperando su respuesta
- Bueno, sí, quiero esas cosas, pero no sé si estarán felices de trabajar para otra persona - Suho frunció levemente el ceño, pensando qué era lo mejor que podía hacer
- No me importa si están contentos con ello, sólo haz que lo hagan - Afirmó Sana, cruzando los brazos sobre su pecho
Suho dejó escapar un largo suspiro y se rascó la nuca - Me estás poniendo en una posición complicada, nena
- Simplemente actúa como mi novio y hazme un favor - Sana habló con firmeza, sabía que Junmyeon cedería y sabía que lo tenía en la palma de su mano
- Está bien, está bien, ¿A quién quieres?
Sana sonrió, sabía exactamente a quién quería.
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- ¿Qué te he dicho sobre trabajar tanto?
Dahyun cerró los ojos con fuerza, tratando desesperadamente de bloquear lo que estaba empezando a pensar y dejó escapar un largo suspiro antes de girar su silla para mirar a la rubia que estaba frente a ella.
- Te estás convirtiendo en una especie de acosadora
- En tus sueños, Kim, acabo de venir a llevarte a tu nuevo lugar de trabajo
Dahyun frunció el ceño - ¿Qué estás diciendo Sana?
- Te transferirán a mi oficina durante la próxima semana para codificar los anuncios de mi empresa - Afirmó Sana con total naturalidad, observando a Dahyun atentamente para evaluar su reacción
La castaña sacudió la cabeza y se rió.
- Te estás riendo, por supuesto que yo no trabajaré para ti, eso no sucederá
- Oh, ahí es donde te equivocas - Sana sonrió, inclinándose para que su rostro quedara a pocos centímetros del de Dahyun, colocando su mano sobre el escritorio detrás de la silla de la coreana - Junmyeon es un cliente mío, tú eres un trabajador suyo, básicamente también trabajas para mi empresa
Dahyun arrugó la nariz y frunció ligeramente el ceño.
- No puedo creer que has dicho eso, no trabajé para ti
- Lo harás y ya, Junmyeon es tu jefe y él dijo que lo harías - Interrumpió Sana
- Estoy bastante segura de que eso no está en mi contrato - Afirmó Dahyun
Trabajar para Sana era lo último que quería hacer, había un número limitado de veces en las que podía decirle que no a la rubia.
Se necesitaba cada gramo de autocontrol y fuerza que tenía en su cuerpo para evitar cerrar los pocos centímetros restantes entre ellas dos.
Sería tan fácil besarla ahora mismo, dios, extrañaba esos labios.
Se ven tan suaves.
Lo único que quiere hacer es volver a sentirlos contra los suyos, encajaban perfectamente.
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Luchando contra lo prohibido
RomanceDahyun asiste a la fiesta de navidad de su trabajo y se enamora de la novia de su jefe.