Dahyun estaba sentada en su escritorio, escribiendo frenéticamente la estructura básica de los anuncios que tenía que hacer para la empresa de Sana.
Habían pasado unos veinte minutos desde que ella y Sana fueron interrumpidas en su oficina y unos diez minutos desde que la mujer (que Dahyun supo que se llamaba Sakura) había dejado a Dahyun con su trabajo.
Dahyun estaba escribiendo frenéticamente y con cierta urgencia, pero no porque tuviera mucho que hacer o quisiera terminarlo rápido, sino simplemente porque si dejaba de trabajar, aunque fuera por un segundo y dejaba que su mente divagara, tenía miedo de dónde terminaría.
Lo que más temía era que, si pensaba demasiado en lo que había sucedido entre ella y Sana, sería incapaz de controlar su cuerpo y terminaría regresando a la oficina para terminar lo que había empezado.
Habían pasado poco más de tres semanas desde que conoció a Sana en la fiesta de Navidad y muchas cosas habían cambiado desde entonces.
Para empezar, cuando conoció a Sana tuvo la impresión de que era una chica agradable y respetable, pero en realidad probablemente era todo lo contrario de la rubia que había llegado a conocer.
Desde que se conocieron se habían besado cuatro veces y cada una había sido tan increíble como la anterior.
Dahyun nunca había sido besada como la besó Sana.
Le dejó los labios hormigueando, sintió un zumbido recorrer todo su cuerpo, nadie más en el mundo le importaba y para ella era la sensación más fantástica y excitante que había sentido en su vida.
Sana era una fruta excitante, peligrosa, prohibida y había algo en ella que era casi imposible de resistir.
Desde el momento en que Dahyun la conoció, se sintió atraída por ella y desde entonces había sido una bomba de tiempo de inevitabilidad, no era si Sana la conseguiría, era sólo una cuestión de cuándo.
Dahyun fue sacada de sus pensamientos por un golpe sobre su escritorio, su cabeza se levantó para ver la parte superior del cuerpo de Sana colgando de la puerta de su oficina, con una mano en el marco de la puerta.
- ¿Puedo verte un segundo Hyun?
Dahyun asintió lentamente, levantándose de su escritorio y mirando alrededor del piso de la oficina para ver si alguien las estaba mirando a las dos antes de seguir a Sana a la habitación y cerrar la puerta detrás de ella.
Casi al instante sintió que su cuerpo era empujado hacia la puerta mientras Sana se lanzaba hacia adelante, aplastando sus labios contra los de la castaña y moldeando sus cuerpos juntos una vez más.
- Sana - Murmuró Dahyun contra los labios de la rubia, tratando frenéticamente de llamar su atención y no ceder a su deseo de dejar que Sana se saliera con la suya - Sana, detente un segundo
Sana dio un paso atrás, frunciendo ligeramente el ceño a Dahyun, sintiéndose un poco confundida en cuanto a por qué le estaba pidiendo que parara, después de todo, ella había empezado la última vez.
- Necesitamos hablar de esto - Afirmó Dahyun, levantándose de la puerta y avanzando un poco más hacia la oficina, tomando asiento en el borde del escritorio de Sana.
- No quiero hablar de esto - Sana se volvió hacia Dahyun y cruzó los brazos sobre su pecho
- Bueno entonces yo lo haré - Respondió Dahyun con firmeza
- ¿Por qué? ¿Por qué tenemos que hablar de ello? ¿No puede ser simplemente divertido? Ambas lo queremos, ambas lo disfrutamos, así que ¿Realmente tenemos que complicarlo hablando? - Protestó Sana, tratando desesperadamente de hacer que Dahyun cambiara de opinión
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Luchando contra lo prohibido
RomanceDahyun asiste a la fiesta de navidad de su trabajo y se enamora de la novia de su jefe.