Capítulo 13

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El día siguiente en el trabajo fue incómodo, por decir lo menos.

Dahyun estaba bastante segura de que Sana solo había salido de su oficina una vez en todo el día, lo que era todo lo contrario con el día anterior, cuando con frecuencia salía para ir a hablar con otras personas en el piso o para tomar una taza de café o incluso simplemente para ver cómo estaba Dahyun.

Pero hoy nada, Sana salió a almorzar y pasó junto al escritorio de Dahyun lo más rápido que pudo, sin siquiera mirar en su dirección e hizo exactamente lo mismo al regresar.

Decir que Dahyun estaba confundida era quedarse corto.

Las complejidades de su relación (si así se podía llamar) crecían día a día y Dahyun tuvo que preguntarse si alguna vez valdría la pena.

Sin embargo, lo que más le molestaba era por qué Sana se había marchado tan de repente, en un momento ambas se estaban divirtiendo y compartiendo historias y al siguiente ella salió de su casa lo suficientemente rápido casi corriendo.

Dahyun pensó que al menos merecía algún tipo de explicación de por qué se había ido y planeaba conseguir una.

Ya eran las 5:15 p.m. y el piso estaba vacío excepto por Dahyun y asumió que también por Sana, a menos que la rubia se hubiera escapado por su ventana o algo así.

Dahyun se puso de pie, le había dado a Sana todo el día para decir algo, darle algún tipo de explicación por sus acciones, al menos reconocer la existencia de la coreana, pero no, nada.

Y eso fue suficiente.

Dahyun se dirigió hacia la puerta de Sana, golpeando fuertemente la madera con los nudillos y esperando una respuesta.

Escuchó la voz de Sana sonar suavemente desde el otro lado y respiró hondo antes de entrar a la oficina.

Cerró la puerta detrás de ella y se giró para ver a Sana escribiendo rápido, negándose a levantar los ojos del escritorio.

- ¿Sana? - La impaciencia era evidente en la voz de Dahyun

- Mhm - Murmuró la rubia, sin dejar de mirar hacia abajo

- ¡Sana! - Esta vez Dahyun habló con un poco más de autoridad en su voz

La dureza en la voz de la coreana hizo que Sana se estremeciera un poco, finalmente levantó la vista de su papeleo y de mala gana hizo contacto visual con Dahyun - ¿Qué?

Dahyun se burló y movió la cabeza con incredulidad - ¿En serio? ¿Realmente solo eso vas a decir?

- Bueno, sí, no tengo nada que decirte - Afirmó Sana, mirando a Dahyun con el ceño ligeramente fruncido

- Increíble entonces Sana, no tienes nada que decirme según tú, pero vas a mi casa anoche, intentas llevarme a la cama, hablamos un rato y empezamos a compartir cosas entre nosotras y luego te vas sin dar explicaciones, así que dime eso no es nada

- No Dahyun, querías compartir cosas conmigo y sí, traté de llevarte a la cama y fracasé otra vez, así que estoy harta de intentarlo, seguí adelante - Declaró Sana con total naturalidad

Sabía que era mentira, sabía que sólo estaba diciendo esas cosas en un intento de alejar a Dahyun y se odió a sí misma por decir esas cosas, más aún cuando vio la expresión de dolor en el rostro de Dahyun.

- No quieres decir eso - Gimió Dahyun, negándose a dejar que se le llenaran los ojos de lágrimas

- Sí, eso quise decir - Dijo Sana con firmeza, no podía echarse para atrás ahora

- Me dijiste que no sólo querías sexo, dijiste que no era así

- Sí, bueno digo muchas cosas para que la gente vaya a la cama conmigo - Respondió Sana con frialdad

Luchando contra lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora