Desconocidos (T/N en Pecados Placenteros)

22. Celos

Vladimir

― ¿Cómo está la noche señores? ― aparece el presentador

― ¿El cargamento ya entro? ― espeto.

― No, es que...

― Llego la hora de descender al infierno ― varios se emocionan y los tambores se redoblan sin dejarme escuchar lo que dice el tipo― desde las profundidades del infierno Lilith llega a torturarnos con su belleza.

No estoy de humor para ver estupideces, _____ no contesta, no sé si la loca se metió aquí o que demonios, porque me llamó para reclamarme de la mujeres que estaban delante mío tocándose.

Me levanto y escucho una voz, cantan en hindúe, la busco, las luces se apagan y se encienden, caigo al sofá cuando la veo en plena tarima, vestida de telas negras y pedrería, yo no la puedo confundir, ni a ella ni a su voz...

El maquillaje y la peluca la hace parecer otra pero el maldito cuerpo y la atracción que me despierta me confirma que es ella, me apunta con la espada antes de mover las caderas, mando a callar al par de inútiles que tengo hablando y dando explicaciones.

Los instrumentos la acompañan, acomoda la espada en su cintura y... me tenso al escuchar las cosas que se está haciendo decir,

― ¿La quiere? ― el obispo me pregunta.

― Es mía ― lo mando a callar y Gregory no sé que tantas cosas celebra.

Veo como se lleva la espada al pecho, mueve los hombros, el filo de la espada toca sus labios y de la nada siento que se me dispara el pulso, cuando lame con cuidado llevándose la espada a la cabeza, canta y baila espectacular, de la nada la luces se encienden y apagan cambiando el ritmo.

Tenso la mandíbula cuando me lanza sobre la cabeza la espalda me guiña el ojo la muy cínica y camina por la pista tomando una gorra, se la acomoda en la cabeza mientras las telas caen al piso, Gregory se larga.

Todos la estan bien comportarse como una... la falda corta me deja ver sus bragas negras y ella baila, cae al piso de rodillas dando sentones se voltea y mueve su...

Me levanto para bajarla ella me ve y comienza a bailar delante mío ― Bájate o te bajo.

La muy cínica sonríe, sus caderas se mueven delante mío, lame mis labios, estoy por tomarla de la nuca pero se voltea comenzando a mover el maldito culo en mis narices, sigo advirtiendo que se baje, abre y cierra las piernas, este juego ya no parece chistoso le ordeno bajar y vuelve a la pista a baila.

Camina al tuvo sin dejar de mover las caderas con movimiento que levantan su falda, cae frente al tubo, la música cambia de ritmo tira la gorra y... sube, no voy a aguantar sus jueguitos antes de que se baje la falda la jalo del pie.

Me vale si se rompió algo con el golpe de la caída, la jalo de la muñeca, ella intenta zafarse, la gente se altera, un tipo me la quita y lleva sus manos por debajo de la falda, esto era lo que ella estaba buscando seguro, hija de...

― Esta puta es de todos ― mi juicio se apaga saco el arma lo mato y cuando ella trata de huir la levanto en mi hombro.

Se escucha como el show sigue, aquí mi cargo se respeta, saben que puedo hacer lo que se me dé la gana, la pirámide conoce mis alcances y por eso no mandan a nadie a ayudar.

― Bájame, bájame ― patalea, jala de mi cabello y al llegar al pasillo la suelto ― ¿Qué te pasa animal? ¡MATASTE A ALGUIEN EN MIS NARICES!

Me lanza una de las decoraciones que se quiebra apenas cae al piso.

― ¿Qué te pasa a ti?¿A qué viniste?¿A que todos te vean? ― le reclamo.

― Vine a verte a tí, pero bien que te trajiste dos mujeres..., eres un asqueroso ― me patea en la canilla y retrocedo.