Desconocidos (T/N en Pecados Placenteros)

49. Pesadillas reales

Phillippe Mascherano

Kirov (Rusia)

El Boss de la mafia rusa se mantiene a mi izquierda, serio, y vestido de negro. Sasha Romanova murió y eso lo tiene más frío que de costumbre.

Camino en busca del castillo, que está a un par de metros. Los antonegras me siguen al castillo ruso. La mafia es una monarquía en la que quien dirige es como un rey y, por ende, se vive como tal. Tomo las escaleras de piedra. Estoy en uno de los castillos donde mi padre se reunía con el antiguo Boss de la Bratva (el padre de Ilenko). 

Los Romanov suelen venir aquí, por lo que me cruzo con el hijo mayor del ruso en el pasillo, viste de negro también. Pasa por mi lado y continúo rumbo al despacho temporal que pedí que me acondicionaran, abro la puerta y dentro me espera Wolfgang Cibulkova.

― Señor, buenos días. —Se pone en pie cuando me ve—. ¿Cómo se encuentra?

Paul Alberts está en una de las esquinas. Escogió mi bando y tuvo que huir conmigo cuando quedó en evidencia. Tomo asiento en mi sitio. Salir dela FEMF no era parte de mi estrategia, pero Rachel James me dio una bofetada cargada de suspicacia, _____ estaba en mis planes, enamorarla para mi beneficio, pero a este punto ya de be saber quien soy. 

Estaba tan afanado por eliminar las pruebas que no fui consciente de que veía todo lo que hacía desde su teléfono y terminé siendo víctima de mi propia trampa. No he sabido nada de Laurens, y mi cabeza no deja de repetir el miedo que le empañó los ojos al enterarse de todo.

Me pregunto por _____, qué habrá pensado, ¿Me habré ganado su afecto? ― ¿Qué le pasa al líder? —Entra el Boss con su hijo mayor y me repudia pensar que él ya la toco a su gusto y a mí ______ no me dejó hacerlo ―. Creí que te alegraría estar de lleno en tu cargo.

― Me alegra —contesto centrando mi vista en Vladimir

― No parece. ¿Es que eres más soldado que mafioso?

― No vuelvas a mencionar eso. —Me enoja—. Estás hablando con la máxima figura de la mafia.

― Cierto —responde con sorna.

Planto los codos en la mesa, Rachel James es una maldita ramera, yo tenía que seguir en Londres en vez de estar resguardado en Rusia.

― Vamos a lanzar todo lo que tenemos en las semanas que quedan para la campaña —dispongo—. Ivana sigue adentro y varios del ejército inglés está de nuestro lado.

― ¿Entre ellos tu amante? ¿La hija del coronel? ― pregunta el Boss y Vladimir me mira.

― ______ como digna puta de la mafia se acostó conmigo ― miento para ver la reacción de Vladimir ― Espero buscarla en cuanto tenga tiempo, plantearle las cosas y aprovechar su debilidad emocional a nuestro favor.

En el tiempo que estuve, logré que muchos me juraran lealtad, varios desean trabajar conmigo, a excepción de _____.

― Lo que va a oír no le va a gustar —habla Wolfgang—: una fuente confiable me confirmó que el Consejo está sopesando no llevar a cabo las elecciones, quieren que Alex siga al mando por cuatro años más.

El Boss suelta a reír, cargado de ironía.

― ¿A que no te lo esperabas? —increpa—. Te están cogiendo las pelotas y no sabes cómo taparlo.

― Tengo todo bajo control.

― ¿Tanto que te has liado con la hija del coronel? No seamos idiotas, sabes que esa mocosa es arma de doble filo ― me dice ― Debió saber tu identidad desde antes.