Desconocidos (T/N en Pecados Placenteros)

Extra: El inicio de algo

Deva Muller
4 meses despierta

― ¿Cómo amaneció mi hermoso sol? ― Reece aparece abriendo las ventanas, no he visto a mi hija, pero él y Alex siempre me hablan de ella cada mañana ― ¿Dormiste bien hermosa barbie?

― Sí ― el solo hablar me cansa, mi lengua está atrofiada, pero poco a poco estoy volviendo a ser yo.

A veces suelo llorar por todo el tiempo perdido pero es Reece y Cho quienes me han ayudado a ir reconociendo que la vida me dio una segunda oportunidad, Reece suele ser más alegre, me hace sonreír, es el motivo de muchas de mis alegrías porque su tratamiento es lo que me ha ayudado a avanzar mucho más rápido.

Mi mañana inicia desayunando con él, me da de comer y me ayuda a agarrar los cubiertos, me habla de los ejercicios que haremos hoy ― Quiero llevarte a comer unos mariscos que te van a fascinar, no es por nada pero soy un excelente anfitrión de citas.

Le sonrío asintiendo, es el hombre más joven que he conocido, antes de que todo pase, mi círculo social se reducía a Alex, mi hija y mis colegas de trabajo, pocos hombres conocí porque siempre dije que era bueno centrarme en ____ y las dos parejas que tuve nunca me resultaron agradables de presentar a _____ además ella desde pequeña fue muy celosa y no le gustaba que hable con alguien que no sea Alex, fue por esa razón que nunca la presenté a mi última pareja, el cual seguro que ya tiene una familia.

Reece en cambio es maduro como Alex pero es muy alegre, tanto que parece su hermano menor, me ha llenado de felicidad y no deja de tratarme bien por muy molesto que esté.

La cena en su yate llega y junto con Reece llega Cho y un par de chicas, la incomodidad aparece, ellas son jóvenes tal vez de mi edad y se ven fabulosas, que verguenza que vean a alguien joven en el estado en el que estoy.

Trato de tomar la cuchara pero mi mano tiembla y desisto, Reece viene a mi lado y las mujeres que le sonreían lo miran ― No, es... necesa... rio ― trato de hablar pero no me escucha incomodándome más.

Toma la cuchara y me la coloca en mi mano, trato de mantenerme calmada y cuando no puedo siquiera sostener la cuchara decido pararme, no por Reece, por mí, no quiero que me miren con pena, con lástima, como una inútil

Me voy caminando ayudada por el burro y escucho la leve risa de una de las mujeres, camino sin mirar atrás y es Cho quien me acompaña.

2 meses después

Mis medicamentos han ayudado puedo caminar sobre el bastón que Reece me compró, Alex me vino a visitar la semana pasada y me dijo que _____ sacó buenas calificaciones en su internado, Reece me ha ayudado mucho al igual que el chico que me ayuda con las fisioterapias, tengo más fuera en las manos y en las piernas, puedo bañarme sola y parada lo cual es un logro ya que antes no soportaba mucho tiempo de pie.

― ¿Y esto? ―sonrío cuando Reece me entrega un ramo de rosa color palo de rosa, las huelo y el aroma me encanta.

― Un detalle para mi paciente favorita ― Reece me besa la mejilla ― además hoy es el día de las madres y estoy en el deber de hacerte llegar el regalo de tu hija ― Reece saca una carta y sonrío ― la fui a visitar y me pidió que te la entregue.

Abro el sobre y dentro está una hoja algo maltratada pero con mi dibujo en lápiz, "Gracias por existir" una letra cursiva abajo me hace sonreír. 

― Me dijo que era lo único que pudo hacer ahí dentro.

― Es hermoso, veo que aprendió a dibujar muy bien.

Reece me quita la hoja y sonríe ― Le diré que me retrate, seguro me hará ver más guapo de lo que soy ― río y tomo la hoja, es el primer regalo luego de mucho.