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Capítulo 01

I don't wanna talk right now...



El XX de XX de 2007 Geto Suguru abandona la escuela de hechicería bajo el acto de traición.

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El sonido de aquella alarma la sacó de su ensoñación. Su vista se enfocó en la luz que se colaba por la ventana, dejando ver un hermoso amanecer; el canto de las aves solo provocó que sus hombros se tensaran, sus extremidades apretándose contra su torso en un intento de hacerse desaparecer de aquel lugar.

Todo seguía avanzando, el tiempo no se había detenido, pero ella lo sentía así. Desde que Satoru la había arrastrado de regreso a los dormitorios de la Academia de Hechicería de Tokyo se había mantenido en un estado de conmoción que le había imposibilitado ser consciente de su entorno. 

Cuando su amigo peliblanco dejó la habitación en la noche, todo estaba oscuro, solo su pequeña lámpara alumbraba de manera tenue la foto sobre su escritorio: Satoru a la derecha, ella a la izquierda y Suguru en medio, la habían tomado cuando pasaron a segundo año. Estuvo toda la noche mirándola, esperando que en algún punto Suguru entrara por aquella puerta y la regañara por mantener una luz encendida que no lo dejaba descansar, pero la alarma sonó, el sol salió, y esa rutina a la que estaba acostumbrada no se hizo realidad esta vez. Muy posiblemente nunca volvería a suceder.

Pasó las manos sobre su rostro, tallándolo con fuerza al sentir el peso de sus emociones hacerle una mala pasada. Joder, quería ir, abofetear al pelinegro y traerlo a rastras de regreso. Se limitó a mantener las palmas sobre sus ojos cuando sintió las lágrimas comenzar a salir de nuevo, si tan solo Satoru no la hubiera detenido, si tan solo Suguru la hubiera escuchado...

El sonido de la puerta la sobresaltó, unos suaves golpes que no habría podido reconocer ni aunque tuviera la intención.

— ¿Yuna?

La voz de Satoru sonó amortiguada por la madera. Bien, ella no era la única que había perdido a un mejor amigo, a su alma gemela. El peliblanco pudo haber detenido a Suguru, pudo haberlo asesinado e incluso estuvo dispuesto a eso, pero al final cedió a dejarlo ir libre.

Tomó un fuerte respiro, haciendo uso de las pocas fuerzas que le quedaban para levantarse de la incómoda silla, notando sus músculos doler en el proceso, su cuello la estaba matando y ni qué decir de su pelvis. Caminó con pasos suaves hasta la puerta, tirando de la manilla permitiendo así que sus ojos chocaran con la realidad.

Gojo Satoru estaba de pie frente a ella, esta vez iba sin venda ni gafas, sus ojos azules estaban completamente expuestos al igual que las bolsas oscuras que adornaban debajo de ellos. No había dormido nada, al igual que Yuna, las comisuras rojizas indicaban el llanto que probablemente también dejó caer al entender que su mejor amigo no iba a regresar. Y por un momento ella quiso acurrucarlo en su pecho y decirle que todo estaba bien.

Pero nada estaba bien, ella también necesitaba ser sostenida. Geto Suguru había asesinado a un pueblo entero de no hechiceros, y ahora se había ido para no regresar.

 Geto Suguru había asesinado a un pueblo entero de no hechiceros, y ahora se había ido para no regresar

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𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌↪【Geto Suguru】[✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora