IX

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Capítulo 09

Now all of my friends are missing again...

Había pasado cerca de una semana desde su primera noche con Suguru y las cosas parecían ir cada vez mejor. Yuna al fin se había acostumbrado a las técnicas de los demás hechiceros por lo tanto podría aumentar perfectamente sus niveles de ataque cuando hicieran falta, aunque el pelinegro seguía empecinado en la idea de llevarla con él a la Escuela de Hechicería para capturar a la maldición de Yuuta juntos.

No obstante, Manami y Miguel pensaban que lo mejor sería que ella acompañara a los demás hechiceros, de esa forma podrían dar una mejor batalla y brindarle más tiempo a Suguru, logrando que se tomara su tiempo para luchar contra Yuuta -estaban seguros que no aceptaría ceder a Rika por las buenas-.

— ¿Quieres ir con Miguel a Tokyo? —Preguntó Suguru levantando la mirada de los documentos que debía firmar.

— Ha dicho que quiere ir a comprar unas cosas, así que me pareció buena idea acompañarlo —admitió la castaña con un poco de pena—. Dijiste que debía ir acompañada de alguien, pero en realidad seré yo quien lo acompañe, además, solo quiero dar una vuelta, llevo cerca de un mes sin salir de aquí.

Geto lo pensó durante unos segundos, en realidad no había mucho que perder, confiaba ciegamente en que Yuna regresaría a ellos. No tenía forma de comunicarse con los hechiceros de la Escuela, así que no habría forma de que los viera en el camino. Tras soltar un suspiro asintió regresando su vista a los documentos, sobresaltándose un poco cuando sintió los labios de la ojiverde depositar un suave beso en su mejilla.

—Prometo que no tardaremos mucho.

La observó irse sonriendo con tranquilidad. Las cosas siempre debieron haber sido así, ellos dos juntos sin importar lo que pasara en el resto del mundo.

.  .  .

—La comida que trajeron las niñas el otro día estaba deliciosa —habló Miguel mientras avanzaban por las calles de Tokyo—. Apenas y me dieron un pedazo porque les gustó tanto que no quisieron compartir, pero el sabor era muy bueno.

—Ya lo creo, si has decidido venir por tu propia cuenta.

— ¿Usted va a comprar algo, Shirogawa-sama?

—Pensaba pasar a un par de tiendas de ropa —confesó la castaña con mucha emoción—. Además, quiero comprar un par de ligas para el cabello de Suguru, hace mucho no lo veo con el cabello atado como cuando éramos estudiantes, tengo un poco de curiosidad por cómo se verá ahora.

Miguel sonrió, notando el enorme amor que la mujer profesaba por su jefe. Debido a la actitud del pelinegro, muchas veces puso en duda la existencia de alguna persona que lo quisiera de manera sincera, Geto muy pocas veces hablaba de la compañera con la que había tenido una extraña relación amorosa y como durante diez años ella estuvo ausente, varias veces creyó que  estaría muerta o que realmente no era real.

Entonces un día dijo que iría por ella y al regresar, en efecto, había traído consigo a una mujer muy bonita. Ella parecía asustada, pero se mantuvo llena de calma durante todo el tiempo, después empezaron los entrenamientos sintiéndose gratamente sorprendido al verla colaborar sin problema alguno y sentir como su ritual los hacía más fuertes a todos.

—Si gusta puede comenzar a ir a esas tiendas, Shirogawa-sama. En cuanto me entreguen mi comida la alcanzaré.

— ¿Seguro que está bien? —Preguntó con sorpresa al tener tanta libertad en su primera salida lejos del alcance de su pareja—. Suguru mencionó que debía estar acompañada siempre.

𝐓𝐇𝐄 𝐏𝐑𝐎𝐁𝐋𝐄𝐌↪【Geto Suguru】[✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora