Will Graham ha dejado a su amado para partir a la guerra.
Durante su estancia en el campo de batalla, no pasará un día que no piense en Hannibal.
Ha tomado la decisión de enviarle una carta cada mes hasta su pronto retorno.
𝄞 Inspirado en la canció...
Hola! Antes de comenzar, debo mencionar que todo lo que esta escrito en cursiva está en la mente de Will, él cree que lo está escribiendo. _____________________________________
Hannibal.
Vuelvo. Estoy de vuelta. Nuestra historia continuará... Volveré a ser de nuevo ese hombre que caminaba por las calles de Baltimore tomado de tu mano, vestido con mi mejor camisa y tú, con tu mejor traje. Quiero volver a amarte. Mirarte a la cara. Besarte. Sé que puedo serlo... Quiero serlo. Ser ese hombre, quien te hizo el amor la última vez en la biblioteca. Estoy dispuesto a intentarlo. Queda poco tiempo. No te desesperes, amor. Regresaré. Te prometo que lo haré. Te buscaré. Nos casaremos y tendremos hijos. Viviremos felices. Viajaremos a Florencia, y por fin podrás mostrarme la Cappella Palatina di Palermo.
W.G.
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No sé porque te sigo escribiendo, sé que no responderás mis cartas; tal vez, quiero pensar que lo harás, o por lo menos lo has hecho...
Quiero irme. Quiero huir.
Muchos han muerto.
Ayer nos han tirado un tipo de gas, lo llaman gas mostaza.
Tengo los ojos irritados de tanto llorar. Mi piel quema como las brasas que ha comenzado a caerse. Mis manos están magulladas. Nunca las había visto tan lastimadas, y eso que sabes bien que por años me he dedicado a armar anzuelos con ellas.
Mi cuerpo está cubierto de sangre. Sangre de mis compañeros, de los enemigos, tal vez algo de ello sea mío, la verdad, no lo sé. A este punto, el dolor no me hace efecto, he estado viviendo con este dolor por meses que me he acostumbrado, ̶e̶s̶ ̶h̶o̶r̶a̶ ̶d̶e̶ ̶l̶i̶b̶e̶r̶a̶r̶l̶o̶, es como tomar un simple trago de Whisky.
Mataría por uno.
•
Hannibal...
Mi cuerpo pide por última vez por ti.
Pide ser abrazado entre tus brazos. Que tranquilices mis dolencias. Que beses mis heridas. Que me digas que todo estará bien... ¿Lo estará? ¿Verdad, amor mío? Prométemelo.
Mi alma no está bien. Mi mente la he dado por perdida. El hombre de cuernos ha comenzado a parecerse a ti. Lo veo con paranoilla.
Él me sonríe.
Lo odio.
Sus ojos carmesíes brillan con lujuria... Con maldad... Con deseo. Él me habla con elocuencia, con vagas y absurdas promesas...
con amor.
Quiero huir... pero no puedo, el dolor que tengo dentro de mi pecho no me deja.
ÉL está frente a mí.
Lo veo con horror. Toma mi mentón con total ternura, con suavidad, con cariño.
Lo odio.
Me susurra cosas que bien me has dicho.
Lo odio.
Sus larga manos profanan mi cuerpo.
Lo odio.
Acaricia mi cuerpo.
Besa mis manos. Cura mis heridas. Sacude mi corazón herido.
LO ODIO.
Mi mente lo rechaza. Tu amor se va agotando. Siento un auge y explosión en mi interior.
Te odio.
La verdad me perfora.
Y por un instante, todo... tiene sentido.
El dolor desaparece. Ya no escucho el constante martillar.
•
¿Quién eres?
•
Ya no tengo miedo de huir. Mis heridas son del pasado...
Ha clavado sus garras dentro de mí. Ha infectado mi ser.
Yo... Lo he abrazado.
He comenzado a abrazar esa oscuridad.
Lo quiero...
Lo deseo...
Lo amo...
Me gusta.
Tengo en la punta de la lengua tu nombre casi borrado.
ÉL podría hacerte pagar el daño que me has provocado.
Quiero que él lo haga. Quiero que te destroce. Quiero que te lastime. Que te haga sangrar.
•
¿Debería de sangrar para que también me quieras? No. Él dice no que debería derramar mi sangre por ti.
•
No sé cuánto tiempo me queda. Ni sé si esta carta llegue a ti, por primera vez, no tengo fuerzas para enviarla.
W.
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