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Tras las palabras de Jacob de la casa más cercana salió un hombre en silla de ruedas, empujado por una mujer joven. Jake amplió aún más la sonrisa y salió con rapidez del coche para abrazar a ambos.

Hermione se sintió repentinamente incómoda en el interior del vehículo. ¿Debería salir y presentarse? No conocía de nada a aquellas personas, ni siquiera conocía a Jacob, pero si iba a quedarse allí debería empezar a ser sociable. Por Merlín, cómo odiaba la complejidad de los rituales sociales.

-¿A quién tienes escondida en el coche? –la voz del hombre en silla de ruedas la sacó de su duda ya que prácticamente se sintió obligada a salir de su refugio de cuatro ruedas.

Se acercó con paso tímido hasta ellos, tres pares de ojos la miraban con atención y era muy consciente de que su pelo estaba empapado al igual que su ropa. Debía tener una pinta desastrosa.

-Ella es Hermione. Hermione Granger. –la presentó Jake con cierta fascinación en su voz, parecía ajeno a su aspecto. –Hermione, este es Billy, mi padre y Emily, la mujer de Sam.

-Es un placer. –contestó la castaña estrechando la mano de Billy. Podía notar el evidente parecido entre padre e hijo. Era casi como ver qué ocurriría con Jacob con el paso de los años salvo la diferencia del pelo, su padre lo llevaba largo.

La mirada de Hermione pasó de Billy a Emily para estrechar también su mano y se quedó clavada en ella mientras su respiración se cortaba. Una enorme cicatriz le atravesaba un lado de la cara.

-El placer es nuestro. –dijo Emily con una cálida sonrisa, aparentemente ajena a la reacción de la muchacha. Quizás ya estaba acostumbrada a ello. Hermione se sintió culpable por mirarle de esa manera, las cicatrices eran algo personal, algo íntimo y no algo con las que un extraño se debiera quedar mirando. Su brazo izquierdo comenzó a picar de nuevo bajo la manga de la camiseta que lo cubría pero la voz de Jake la distrajo.

-Nos acabamos de conocer.

Las cejas de Billy se alzaron con escepticismo.

-¿De camino hacia aquí?

Jacob asintió con una amplia sonrisa y Hermione deseó que no explicara cómo.

-Sí, me acaba de atropellar.

El deseo de Hermione cambió a que se abriera un agujero en la tierra y se la tragara cuando Billy y Emily la miraron con expresiones que oscilaban entre la sorpresa y la diversión.

-¡Fue un accidente! –se apresuró a aclarar.

-Y estoy totalmente bien. –al menos Jake la estaba ayudando al ver su cara de angustia.

Para sorpresa de Hermione, Billy Black soltó una estruendosa carcajada.

-Este chico tiene la cabeza dura como su padre, no me extraña que sobreviva a cualquier cosa. Incluso a una británica encantadora. –le guiñó un ojo a la castaña y esta no pudo evitar soltar una carcajada de estupefacción ante el descaro del hombre. Sabía de dónde había sacado su carácter Jacob.

-No ligues con ella, papá. Es vergonzoso. –gruñó Jake en tono divertido.

-No ligo con ella, chico, se llama ser caballeroso. Deberías aprender. –le recriminó su padre sin dejar de mirar a Hermione. -¿Dónde te vas a alojar, Hermione?

La chica se encogió de hombros, metiendo las manos en los bolsillos de los vaqueros con gesto indeciso.

-De hecho, no lo sé. Esperaba que por aquí hubiera algún hostal o pensión...

Colisión de mundos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora