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Los primeros días fue un poco duro para Sakura, el estar al frente un jurado y decir todo lo que Hiraku y Sasori le hicieron a su familia.

Al principio se sintió nerviosa y asustada al ver que el pelirrojo estaba sentado con su abogado viéndola con odió, logro decir con lujos y detalles todo lo que Sasori le había hecho, comento lo asqueada que se sintió cuando Sasori la violó. Sasuke al escuchar la declaración de la pelirrosa se sintió impotente y con ganas de asesinar al pelirrojo.

Pero Itachi quien estaba a su lado cargando a Takeshi, pudo tranquilizarlo para que no hiciera nada estúpido.

Luego de esos el día de la condena del Akatsuna llegó, debes de condenarlo a muerte como se suponía que debía de ser, gracias a los muchos crimenes que hizo durante muchos años, solamente recibió una condena de cadena perpetua, era más que obvio que Sasori había sobornado algunos jurados.

Eso preocupó un poco a la pelirrosa, ya que antes de que se llevaran a Sasori este le había amenazado de muerte a ella y a Takeshi.

Aún podía escuchar aquellas frías palabras en su mente.

" Juro que pagaras por esto Cerezo, te quítare lo que más quieres, ¡Tu y ese mocoso nunca podrán vivir tranquilos, me encargaré de que sus vidas sean un infierno!"

Desde ese dia. No había ni un solo día que no temiera por aquella amenaza.

Aunque Sasuke le había dicho que el los protegería con su vida, sabía que no podía hacer que el Uchiha cargara con toda esa carga.

Unos meses pasaron y todo regreso a la normalidad. Sakura consigo un trabajo en un hospital, y ahora vivían en un departamento con Sasuke, quien ya había recuperado su placa, por los momentos solamente se encargaría de hacer patrullaje.

Pareciera que las heridas del pasado, poco a poco fueron sanando, ahora la familia se encontraba reunidos para celebrar el cumpleaños del pequeño Takeshi.

- No mamá.. mamá.. no quielo...

Exclamó el pequeño el cual se encontraba corriendo por los pasillos del departamento, escapando de las garras de su hermana, quien tenía un sepillo en la mano lista para peinar a su pequeño.

Quien obviamente no quería ser peinado.

- Takeshi, no corras. Ven tengo que terminar de peinarte- dijo Sakura quien corrió a buscar al pequeño.

- no mamá... No peinar no...

- quieras o no, sabés que te voy a peinar- respondió ella cargando a su hermanito, el pequeño empezó a patalear y a decir lo mala que era su mama- Dios, extraño los días en donde apenas gateabas.

Murmuró ella, desde que Takeshi aprendió a caminar no paraba de correr de un lado a otro, y empezó a querer tocar cosas y cada vez que Sakura o Sasuke lo cargaban, para impedir que se hiciera daño hacia un berrinche, que solamente podía ser calmado cuando se intretenia con algunos de sus juguetes.

- No.. mamá no quielo peinar...

Se volvió a quejar el pequeño, pero la pelirrosa hizo caso omiso y empezó a peinar al pequeño, que luego de unos segundos se quedó tranquilo.

- ves que no era tan difícil.

- mala.

La pelirrosa soltó un carcajada, al ver el tierno puchero que hizo su pequeño, empezó a hacerle cosquillas y a besar su carita, sacándole algunas risas, risas que resonaban en toda la habitación como ecos, que eran para ella una melodia hermosa.

- jaja.. mamá... No... Cosquilla..  no mami.. jaa

El poder escuchar lo feliz que era su pequeño.

Aquellas risas fueron opacadas cuando tocaron la puerta principal. Sakura se levantó del sofá donde estaba sentada y dejando a su hermanito en el suelo, se dispuso a abrir la puerta, encontrándose con Kakashi, Óbito y Coda, los cuales venían con muchos regalos, cervezas y unas cuantas cajas de pizza.

Llamas de Amor ( Sasusaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora