Un hábito de amistad

9.6K 1K 74
                                    

Hola, me alegraría muchisimo que votaras y comentaras. BESOS (:


Un hábito de amistad


-Apuesto a que es gay.

Ni siquiera se porque me sorprendo, él siempre cree que todos los chicos que me gustan, o son gays o idiotas. Bueno, se que no he tenido el mejor historial en relaciones románticas, pero tampoco creo que sea para tanto.

Marco y yo nos encontrábamos uno enfrente del otro en la banqueta fuera de mi casa.cada día lo hacíamos. Era un hábito que agarramos al paso de los años.

-¿Por qué?

-Solo hay que ver como se viste.

-Marco, que un chico sepa como vestirse no lo convierte en gay.

-No entiendes, él no se viste bien, se viste como si comprara su ropa en la sección de niños. Todo le queda pequeño. ¿Haz visto sus pantalones?

Me quedo un momento pensando en lo apretado que usa los jeans, pero es como una moda ¿no?

-Admito que tiende a ponerse ropa muy apretada, pero...

-Pero nada -me alegro que interrumpiera, no tenía ningún argumento-. Deberías encontrar a alguien mas varonil.

Suelto una carcajada cuando termina de hablar.

-Si, claro. Como si tu fueras la personificación de La Roca para decir quien es o no varonil.

-¿Tratas de decir que soy femenino? -el tono chillón que usa me ver que el también lo tomo de broma. -Tal vez debería de dejar de juntarme contigo. Me quitas mi virilidad.

Vuelco los ojos pero aun así me río.

-No me culpes de tu falta de hombría. Volviendo al tema -le digo poniendo la cara mas seria que puedo-.

-Es gay

-¡Que no!

-Ya hemos pasado por esto: tú, enamorándote de un chico gay y luego terminando con el corazón roto.

-Solo pasó una vez. Además de que esto es diferente.

-Es lo mismo, tienes un pésimo gusto para escoger novio.

-Daniel era de Colombia y lo conocí en Internet. Y a Jorge lo conocí en la clase de fotografía. Es totalmente distinto.

-Pero conociéndote han de ser como dos gotas de agua.

Cerré los ojos y respire profundo. Apostaría todas las calcomanías de súper héroes que tengo desde los 9 años a que Marco solo trata de molestarme, tiene un talento innato para eso.

-Sabía que no debí decirte nada, solo dices estas cosas para fastidiar.

Se encoge de hombros

-Es tu culpa por decirme las cosas, ya sabes que lo haría.

-Si, pero pensé que tal vez te frenarías y verías lo importante que es para mi.

-Bueno, es lo que hay.

-Vaya amigo que me tocó.

Se sienta a un lado de mi riéndose.-Sabes que solo bromeó.

-Lo se, pero tienes razón, soy un asco en cuanto a relaciones.

-No tú, solo tus gustos.

Le lanzo una mirada irritante.-Es lo mismo.

-Tal vez si.

Nos quedamos uno cuantos segundo es silencio, cada uno pensado en sus cosas. Nunca he tenido un silencio incomodo con Marcos, pero varias veces que nos quedamos así, me pregunto en que pensara. Si estará pensando en mi, en alguien mas o solo medita sobre cosas sin importancia. Pero siempre con la duda.

El celular de Marco comenzó a sonar

-Demonios, mi madre

-Si te escucha diciendo demonios de seguro te castra -le susurro al tiempo que él contesta-.

-Mamá ¿Qué pasó? Ya voy... Con Julia... Si... Yo le digo... Esta bien mamá... adiós, también te quiero. -Colgó el teléfono y me vio con cara de mártir.-Odio mi vida

-No seas exagerado

-¿Qué no sea exagerado? La mujer vive un constante estado de nerviosismo.

-¿Qué te dijo?

-Quería saber si estaba bien. Por cierto te manda saludos.

-No se de que te quejas, tu mamá es un sol.

Puso los ojos en blanco y recogió su mochila colocándola en su hombro.-Lo dices solo porque eres su ''angelito'' -hizo comillas con sus dedos para dar énfasis-, y me pondrás en el buen camino.

-Admito que es un tarea difícil, pero hare lo mejor posible.

-Lame botas.

Solté una gran carcajada y me levante junto con él.

-Mejor deja de provocarle infartos a tu madre y vete, que yo tengo cosas que hacer.

Le di un no tan delicado empujón con mi mano hacia la casa de enfrente, donde Marco vivía con su madre y hermano menor desde hace mas de cinco años.

-Como sea señorita ''Yo y agenda importantísima donde tengo que matar hongos y tortugas en un vídeo juego''.-Su tono pomposo me hacer reír.

-Cállate envidioso -le grito justo antes de entrar a mi casa.


Me sentía cómoda con Marco, todas las burlas entre nosotros, era a lo que estaba costumbrada. No quería que cambiara eso.

El libro secreto de los chicosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora