El libro secreto de los chicos

Que agarro y que le digo

Publique antes porque este es corto. A dos capítulos de que se acabe u.u Me pone feliz que les guste la historia c': Pasen un lindisímo día/tarde/noche (;

Les mando besos y abrazos xoxo

Que agarro y que le digo

Molesta era una palabra muy corta. Yo estaba lo que seguía de furiosa. Probablemente debería inventar una nueva palabra como: Furiesta o Moleosa... Bueno, mejor dejemoslo en Furiosamente molesta, lo de inventar cosas no es lo mio.

Ah ¿Y por qué? Por el malnacido de Lucas. Si, si, yo no dije las cosas correctas pero él solo se fue. Sin solucionar nada. No mentiré que me sentí muy mal por como las cosas tomaron su rumbo al final de la noche, pero despues de pensar un poco -toda la noche- me di cuanta que eso no quería decir que él debía reaccionar así.

Y ahora... Ahora me estaba desahogando con Marcos. ¿Qué? ¿A quien más le decía? ¿A mi mamá? No gracias.

-Fue como un reflejo, porque solo me beso. ¡A lo que iba! Ni me aviso.

Prácticamente ésto era: yo gritando y el asintiendo acostado en su cama. Si bueno, al momento que me cayo el veinte de que no solo era yo la culpable, me fui a su casa sin tocar directo a su cuarto. Lo bueno que su mamá estaba en la escuela de su hermano, sino me hubiera dado un sermón y blah blah...

-Si, me lo imag... Espera -Marcos me interrumpió-. ¿Qué se supone que hizo?

-No es importante lo que hizo, sino el momento en que lo hizo. Dios Marcos, pon atención.

Puede que omitiera algunas cosillas.

-Pero es que él es super misterioso con todas las cosas de su libro de niños tontos y que además no servían -me paseaba de un lado a otro siguiendo con mi monologo-. Yo trate todas las cosas y no me ayudaron. Creo que solo me tomo el pelo o se burlaba de mi -bufé molesta recordando cada ''consejo'' que me dio Lucas. -Era simple, él tenía que ayudarme a saber si tu me gustabas, pero no hizo más que enredarme la cabeza con...

-¡¿Qué tu que?!

Marcos se levanto de golpe con los ojos más abiertos que un gato. ¿Pero que le pasa a esté?

-Si que él me ayu.... -Y justo ahí comprendí lo que dije. ¡PERO QUE TONTA!

No, no, no. ¿Que acababa de hacer? Pero que tan desubicada se puede ser para soltar algo como eso.

Ninguno se atrevía a moverse. Solo viéndonos a los ojos fijamente.

-Yo so... Digo tu...

Suspire algo derrotada, al parecer este era el momento. Él de todas formas ya lo sabía. Respire hondo y me senté a un lado de Marcos en la cama. Él me veía aun sorprendido.

Es una mala idea decirle. No basta, tengo que hacerlo. Ahora o nunca. Mejor nunca.

-Marcos, creo que me... creo que me gustas.

Genial, lo dije.

Bueno, iba genial hasta que me reí

No solo me reí, me carcajee.

-No, hablo enserio -Marcos levanto una ceja sin créeme. No lo culpo, hasta me faltaba la respiración de reír tanto.

Después de unos cuantos minutos, me calme lo suficiente para hablar.

-Lo siento, no se que me paso. Yo... No se, simplemente me dio risa pensar que...

-Que...

-Me dio risa pensar que tu me puedes gustar.

-¿Gracias?

Me reí un poco más por su cara de confusión.

-No lo tomes a mal, únicamente lo encontré cómico. Porque tu eres mi mejor amigo y...

Marcos tambien rió. -Ya, por eso me sorprendió que lo dijeras. Julia, tu eres para mi una hermana.

-Lo se, lo se. Creo que yo solo me hice una idea diferente. Perdón.

El solo me empujo de forma juguetona con el codo.

Sentí algo extraño en el pecho. Como un peso evaporándose.

-Ahora cuéntame más de Lucas, siento que hay algo que no me dices, que incluso no te lo dices a ti misma.

Ahora ese mismo peso se volvía solido.