better man ୨୧ kooktae

ෂ 12

"I'll give you my heart and the rest is up to you"

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Un lindo rubio se encontraba cepillando el revoltoso cabello de su hijo, ya estaba bastante largo como para hacerle una coleta, tal cual este le había pedido.

—Listo, mi amor. —Le dió un pequeño beso en la frente al menor, para después levantarse de la cama e ir a su armario para poder vestirse de una vez.

Había llegado el tan esperado día de familia en la guardería de Woonhak y este no podía estar más emocionado, era el día en que le presentaría a su padre y a Jungkook lo que tanto había ensayo en esa semana junto a su maestra.

Quería que su linda mami lo felicitará y le dijera lo bien que lo había hecho, al igual que le diera muchos besitos y mimos en recompensa.

—Ve a buscar tus cosas, osito, Jungkook llegará en un ratito. —El castaño asintió a la orden que le dieron y salió de la habitación camino a la suya propia.

Por su parte, Taehyung aún no decidía que ponerse, tenía claro que no podía usar cualquier cosa, era un día importante, además quería dar una buena impresión a los demás padres, sabía que algunas veces hablaban de él y no siempre eran cosas buenas. No quería que por su culpa Woonie sufriera de alguna manera, era la persona que más atesoraba en todo el mundo.

Luego de algunos minutos pensando, se decidió por un vestido largo rosa, las mangas caían por sus hombros dejando estos descubiertos.
Se miró en el espejo y quedó satisfecho con su elección, aplicó un poco de maquillaje en su rostro y terminó por arreglar sus rizos.

Algunos minutos después sonó el timbre y no pudo evitar sonreír al saber quién había llegado.

Habían estado mensajeandose durante la semana y se habían visto un par de días para las clases de boxeo de Woonhak, además de vez en cuando salían a citas y dios, Taehyung no se podía sentir más feliz y enamorado, sentía que había encontrado al fin a la persona correcta, alguien que lo valoraba y no tenía intenciones de lastimarlo.

Por primera vez se sentía seguro de sus propias decisiones.

Abrió la puerta y se encontró con un atractivo pelinegro mirándolo con una sonrisa en sus labios.

Este vestía con un pantalón de tela negro junto a una polera del mismo color, lo que le daba un toque más atractivo era el cinturón que llevaba a la cadera. Definitivamente ese hombre era para morirse.

—Hola, lindo. —El pelinegro se acercó a él para darle un corto beso en los labios, lo cual provocó un enorme sonrojo en las mejillas de Taehyung.

—Hola, Jungkookie.

— ¡Jugoog! —El infante corrió hacia el nombrado y lo abrazo fuertemente, se sentía tan feliz por ver al hombre en su casa y saber que lo acompañaría en un día tan importante como lo era hoy.

—Hola, pulga. —Desordenó su cabello como siempre lo hacía y aún con una sonrisa en sus labios miró al precioso rubio a su lado. — ¿Vamos?

—Vamos.

ෂ ෂ ෂ

Al llegar al jardín infantil fue inevitable no recibir miradas curiosas de los demás tutores que se encontraban distribuídos por todo el establecimiento.