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Narra Maia

5... 10... 15 o 20 minutos llevaba esperando a mi hermano, empezaba a perder la paciencia y ver la lluvia caer no me calmaba.

Mi pie repiqueteaba en el suelo sin cesar.

Lo peor es que ni siquiera daba señales de vida, ni un puto mensaje desde que salí de clases.

Creo que tantos insultos mentales surgieron efecto, por fin me había escrito.

Odioso
Ya sé que debes estar insultándome por no avisarte si te iba a buscar o no
Te conozco y estoy seguro que me insultaste en todos los idiomas posibles
Pero acabo de salir de un examen y no te puedo pasar buscando
Le pedí el favor a Luka Por favorno seas grosera con él por mi culpa

Si lo admito, la mayor parte del tiempo Marcus me cae mal por ciertas actitudes que tiene, pero al fin y al cabo es mi hermano.Además, debía ser una hermana comprensiva con el futuro médico en la familia.

Maia
Está bien
Pero no prometo nada

Obviamente no iba a pagar mi molestia con el pobre Luka.

Hablando sobre Rogue... Ya debía estar curado ese pequeño raspón que tenía en la mejilla.

Y de solo acordarme de ese día me daba vergüenza, digamos que ese día la palabra distancia no existía en nuestro vocabulario.

¡Es que... AAAHHH ME DA DEMASIADA VERGÜENZA!!!

Me quedé mirándolo cómo una boba,es que no sé.

Había algo en Luka que me estaba generando demasiada intriga, el color de sus ojos quizás, no lo sé.

Aunque también tenía cierta curiosidad sobre cómo se había hecho ese raspón, en una pelea no podía ser.

Luka no tiene cara de chico malo.

Pero tampoco iba a interrogarlo,noté lo aliviado que estaba cuando le dije que no pensaba preguntarle nada, tal vez le aturdía que lo llenarán de preguntas.

Quizás me estaba preocupando de más, pero que se guardara aquello que lo abrumaba solo empeoraría su situación.

— ¿Niña Maia vas a dejar a este pobre muchacho esperándola bajo la lluvia? — pregunto con diversión el señor Raúl.

Mierda... Tenía demasiado tiempo mirando el suelo que ni siquiera me había fijado cuando llegó.

Este entro y se paró frente a mí,yo tomé mis cosas y di un paso al frente. Quedando junto a él, bajo el mismo paraguas.

— Hola — dijimos al mismo tiempo.Ambos reímos apenados.

Nos despedimos del señor Raúl y emprendimos camino a nuestros hogares.

— ¿Qué tal tu día? — pregunto Luka rompiendo el silencio.

— Estuvo bien — respondí con simpleza — ¿Qué tal estuvo el tuyo? — interrogué.

— Bien, hablando y organizando unas cosas con mi hermano y una amiga — respondió con una sonrisa.

— Uhh mucho misterio — me burlé un poco — Cuéntame más sobre lo que sea que estés organizando — continúe — No me digas que eres un asesino en serie y yo soy tu próxima víctima — añadí.

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