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Narra Maia

Entrar a la casa de Oliver era algo difícil para mí... Siempre terminaba invadida por un gran sentimiento de nostalgia. Y la mayor parte del tiempo estaba aquí metida. ¿Irónico cierto?

Pero a Kathie le encantaba venir a jugar con Vanessa, la prima de Oliver.

Y no quería se desanimará, ya que si me hubiera negado acompañarla ni siquiera hubiese podido jugar con su amiga.

Ya que Marcus se encontraba ocupado con sus asignaciones, y mis padres todavía estaban trabajando. Así que, si o si tenía que acompañarla, pero yo aún no terminaba mi tarea.

Lo único que se me ocurrió fue guardar lo necesario en mi bolso para terminar mis asignaciones en la casa de Oliver.

Las pequeñas se fueron a la habitación para jugar tranquilas, la señora se despidió de nosotras diciendo que se necesitábamos algo ella estaría en la cocina.

Yo me quedé en la sala haciendo mis asignaciones, hasta que tenía que ir al baño.

Y como ya conocía la casa, casi como si fuera la mía. Iba subiendo por las escaleras y me quedé a su lado de pie mirando las fotografías que estaban colgadas por esa zona.

Había varias fotos de Oliver de bebé, de nosotros cuando éramos niños...

Aunque me hiciera la dura, a la que no le importaba nada. Aún me dolía ver aquellas fotos en donde los tres éramos felices y no parecíamos tan desconocidos.

Oliver y Marcus siempre habían sido más unidos a pesar de la pequeña diferencia de edad, yo solo jugaba con ellos porque en el vecindario no había muchas niñas de mi edad.

Pero era divertido jugar con ellos, sobre todo cuando fingimos que éramos "Los jóvenes titanes". Oliver era Robin, Marcus era Cyborg y yo obviamente era Raven.

Incluso un Halloween nos disfrazamos de dichos personajes.

Solíamos jugar todo el tiempo, hasta que cumplimos 12 años y Marcus cumplió los 14 y las cosas desde allí fueron cambiando.

Llegaron los hermanos Rogue y todo era distinto, ya no encajaba en ese grupo. Y no culpaba a los Rogue por ello, teníamos gustos totalmente distintos. Mientras ellos hablaban sobre videojuegos, yo quería hablar sobre otras cosas que me gustaban en aquella época.

El punto es que a veces extrañaba como eran las cosas antes.

— Hola Maia, no sabías que estabas aquí — saludo Oliver sorprendido al verme.

— Es que Kathie quería venir a jugar con Vanessa — comenté rascando mi nuca, estaba apenada porque me había visto mirando las fotos de cuando éramos niños.

— Oh entiendo — respondió con media sonrisa.

Este comenzó a bajar las escaleras, hasta quedar a mi lado.

— No recordaba que tuvieras esa foto aquí — señale la foto en donde aparecemos los tres disfrazados en Halloween.

— Mi mamá las consigo el otro día limpiando y sabes que no se resiste a poner fotos mías por toda la casa — contesto con diversión, yo sonreí.

— Si no logro verla antes de irme, déjale mi saludo — me despedí metiendo la mano en mis bolsillos, este asintió.

Me sentía rara estando a su hogar, viendo fotos del pasado, sintiendo que lo conocía pero que al mismo tiempo lo desconocía.

Iba a terminar de subir las escaleras, este me dijo algo que no esperaba.

— Algún día deberíamos salir tu y yo — dijo con una sonrisa — No incluyo a Marcus porque anda muy ocupado — continuo, rodo los ojos al nombrar a mi hermano — No sé... Yo podría invitar los Rogue y tú a Roxanne — sugirió.

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