|★| Nuestras miradas conectan como las estrellas |★|

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Narra Luka

Lunes por la mañana... Por muy extraño que sonara no me encontraba de mal humor por ello, a pesar de que me había levantado temprano para ir a clases.

Terminé de acomodar mi uniforme y salí de mi habitación.

— Buenos días mamá — saludé abrazándola por detrás y le di un beso en la mejilla.

— Buenos días cariño — saludo mi madre con una sonrisa — ¿Qué tal dormiste? — pregunto animada.

— De maravilla — respondí ensanchando mi sonrisa.

— Que bueno porque tendrás que entrenar duro está semana — se unió mi papá a la conversación.

Y todo el buen humor que tenía desapareció en un instante.

No respondí nada y me senté alrededor de la mesa para empezar a desayunar.

Carson miraba con molestia a mi padre, este se había dado cuenta de mi cambio de ánimo después de su comentario.

Mi padre ignoraba su mirada, ya estaba acostumbrado a que Carson fuera de esa manera con él.

Mi hermano y Oliver era el único sabía que ya mi amor por el hockey no era el mismo y que me sentía obligado a jugarlo.

Pero yo no sabía cómo sacar el tema, hablarlo con ellos sería difícil. Todavía no me sentía preparado para esa conversación así que seguiría jugando, aunque no me gustara.

Terminamos de comer en silencio, volví a mi habitación para organizar rápidamente mi bolso y las cosas que llevaría.

— ¿Por qué tuve que tenerte como hermano? — pregunto Carson recostado en el marco de la puerta.

— Eso no es conmigo — respondí con molestia mientras buscaba mi libro de historia.

Mierda... ¿En dónde lo había dejado?

— Los reclamos de porque tuviste un hermano tan tonto y desordenado es con la fábrica no con el producto — añadí.

— Bueno uno de nosotros tenía que ser el tonto y el otro el inteligente — contesto con simpleza — Lamento que te tocará ser el tonto — agrego con burla.

Sabía que no lo decía enserio y lo hacía solo para molestarme y que se me olvidará un poco lo que había pasado en el desayuno.

Después de tanto buscar por fin conseguí el dichoso libro.

— No te tiro el libro para no faltarle el respeto al pobre libro — me queje mirándolo mal.

— ¡Muchachos vamos antes de que se haga tarde! — grito papá desde abajo.

Carson empezó ayudarme a guardar las cosas que necesitaría, cerré el bolso y lo colgué en mi hombro.

Salí de mi habitación y bajamos las escaleras, nos despedimos de mi mamá con un corto abrazo.

Carson entro primero al auto y justo cuando yo estaba a punto de hacerlo recordé que iba a dejar mi skate, tiré mi bolso dentro del auto y salí corriendo hacia la casa.

— ¿Qué mierda? ¡Fíjate donde tiras tus cosas! — se quejó Carson.

— ¡Ya vuelvo! — grite en respuesta.

Subí lo más rápido que podía y tome mi skate y baje de misma manera intentando no caerme.

Salí de la casa y cerré la puerta con algo de fuerza, hice una mueca al darme que había aplicado más fuerza de lo normal haciendo que sonara más de lo debido.