Dick se sentía mal. Pésimo. No recordaba la última vez que se sintió así de inútil y adolorido. Tal vez era porque, por increíble que fuera, en sus casi cinco años luchando contra el crimen, nunca habían logrado herirlo con una bala de manera tan exitosa. Ni una sola vez. Aunque sea solo una bala de aire comprimido, seguro que dolía tanto como una bala real. Intentó no sentirse culpable por dejarse lastimar así. Dejó que su instinto tomara el control y atacó sin un plan a seguir, lo que resultó con él en el piso desangrándose.
¿Su cinturón de herramientas que nunca olvida? Ja. Lo dejó en su habitación esa mañana porque ni siquiera le dio tiempo de peinarse y comer.
Después de tanto no sabía cómo es que aún seguía con vida.
—Tenemos que buscar la forma de salir de aquí —la voz de Artemisa le recordó que no estaba solo.
Ella hizo un buen trabajo tratando de parecer tranquila. Él la conocía bien, y sabía que no estaba tan tranquila como aparentaba.
También le sorprendió que ella no dudara ni dos segundos en decirle quién era. Él lo consideró en su momento, cuando se despertó y la vio; la idea se deslizó en su nublada mente. Sin embargo, una vez que ella soltó todo, no quiso alertarla más. El hecho de saber que le dispararon a uno de sus amigos más cercanos y no solo a un civil que conocía muy poco, podía desequilibrarla; como ocurrió con los rojos en la cueva al ver a sus compañeros de equipo derrotados.
Ocupaba a Artemisa funcionando al ciento por ciento si querían salir vivos de allí. Él no revelaría su identidad, no todavía. Esa sería su opción nuclear.
—¿Habrán pedido un rescate? —Dick le preguntó a la rubia que daba vueltas por la habitación como un león enjaulado. Una jaula que no le decía absolutamente nada de donde rayos estaban metidos a parte de lo obvio. Sabía de al menos cincuenta clínicas abandonadas solo en Gotham, y obviamente ya no estaban en la ciudad si a él lo transportaron en avión.
—Creo que no. No estoy segura... —miró la cámara y suspiró —. Podrían haber enviado una prueba por medio de esa cámara, ¿no?
Eso tenía sentido. No había razón para que los sacaran de allí si solo mostraban una grabación de video en vivo, pero eso era fácil de editar, recordó. Bruce jamás dejaría que le enviaran una prueba de vida tan insustancial.
—Si tan solo pudiéramos apagar esa cámara —Artemisa murmuró más para sí que para él.
No la culpaba, ella no creía que un simple chico tuviera la capacidad de pensar en algún plan de escape en la situación en la que estaban y, aunque supiera que en realidad estaba encerrada con Robin, él era más o menos inútil en ese momento. La cabeza le palpitaba con un dolor suave, pero permanente, y sentía mucho frío, aunque su piel estaba caliente.
Suspiró antes de incorporarse y sentarse en la camilla. Cerró los ojos cuando un mareo momentáneo lo invadió y se tomó un tiempo para tranquilizar su estómago. No era una buena idea vomitar de nuevo, principalmente porque no tenía nada en él.
—¿Qué estás haciendo? —Artemisa le preguntó mientras lo ayudaba a terminar de sentarse.
—Si estás planeando sacarnos de aquí, lo mejor será que pueda caminar por mi cuenta, ¿no? —sonrió levemente —. A no ser que en realidad tengas super fuerza y puedas llevarme cargando todo el camino —bromeó.
Artemisa sonrió en respuesta y negó con la cabeza.
Se dio cuenta de que para ella el comentario pudo ser una verdadera suposición y no una broma.
—Solo soy un humano común y corriente —respondió —. Pero sería genial tener a Superboy cerca en esta situación.
Dick reprimió una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Identidad
FanfictionDick Grayson tenía una mala racha. Acababa de terminar con su novia de más de un año, y ahora lo secuestró un grupo de locos que no buscaban dinero precisamente. Y no estaba sólo, su compañera de desastre era Artemisa. ¿Lo peor de todo? No lo captur...