Apreciado lector
Hoy no puedo dormir, y parece que en algún momento de la noche el peso del pasado se ha hecho presente, recordando aquellos días en que todo era diferente. Antes solía recordar la fecha exacta en la que se fue, sabiendo cuánto tiempo había transcurrido y cuánto más podría soportar. Pero nuestra realidad cambia, ¿verdad? En diferentes momentos, somos personas distintas, y a veces parece que no somos el mismo ser que fuimos en el pasado.
Hoy, me siento abrumado por el peso de la culpa. Fui yo quien construyó mi propia condena, quien se encargó de dañar una relación que, en retrospectiva, quizás fue demasiado buena para mí. Ahora, por los indicios, parece que él ha seguido adelante y está con alguien más. En cierto sentido, eso me trae cierta paz, pensando que quizás ahora pueda encontrar la felicidad que merece.
Sé que cometí errores, que herí a alguien a quien apreciaba profundamente, y esa carga es difícil de llevar. Las noches en vela como esta son momentos en los que reflexiono sobre mi pasado y las decisiones que tomé. Siento que tengo mucho que aprender de esta experiencia.
Espero que, a través de esta carta, pueda liberar un poco de ese peso que siento, compartiendo mis pensamientos y emociones. La vida nos coloca en situaciones difíciles, pero con cada desafío viene la oportunidad de crecer y redimirnos a nosotros mismos.
Agradezco tu atención y tu comprensión al leer estas palabras. Quizás, en algún nivel, estas letras también sean un intento de disculpa. Gracias por escucharme en este momento de reflexión.
Con gratitud,
Andy Martz
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Cartas Perdidas
Short Storyuna serie de cartas sobre pensamientos y sensaciones que quizá te parezcan familiares o tal vez no