Cartas Perdidas

soltar

Me sumerjo en un océano de opiniones, tanto de amigos como de desconocidos, que hablan incansablemente sobre el tema. Todos parecen estar de acuerdo, como si fuera una guía infalible, como algo que lógicamente debería hacerse. Escucho cómo dicen, susurran y predican que debo soltarte, dejar ir y pensar en mí mismo. Todos parecen entenderlo, excepto yo. ¿Por qué? ¿Por qué no puedo soltar y centrarme en mis propios pensamientos y sentimientos? Porque, en lo más profundo de mi ser, anhelo desesperadamente que estés a mi lado.

Es abrumador verse en medio de un mar de consejos y opiniones encontradas. Cada persona tiene su propia perspectiva, su propia historia y sus propias emociones. Aunque muchos hablen de soltar y cuidar de uno mismo, no puedo evitar cuestionarme si es realmente lo que deseo. Mi mente y mi corazón están alineados en una convicción: quiero que estés conmigo.

Quizás sea difícil de entender para aquellos que no comparten nuestra conexión, nuestra historia y nuestra complicidad. El amor no siempre sigue la lógica de los manuales ni se ajusta a las expectativas de los demás. A veces, el corazón se rebela contra el consejo sensato y se aferra a lo que más anhela.

Puede que me equivoque, puede que haya quienes me señalen como el villano en esta historia. Pero prefiero enfrentar la verdad y expresar lo que siento, aunque eso signifique enfrentar críticas y desaprobación. En medio de las voces que me instan a soltar y alejarme, hay una voz interna que se niega a renunciar, que me susurra que nuestra conexión es única y valiosa.

Aunque mis lágrimas caigan como testigos silenciosos de mi dolor, aunque me vea forzado a enfrentar la realidad de que nuestras vidas han tomado caminos separados, no puedo evitar anhelar lo que ya no puedo tener. Es una nostalgia eterna, un corazón que quizás nunca se recupere por completo.

Entonces, mientras el mundo me insta a soltar y encontrar mi propio camino, no puedo evitar desear que las circunstancias cambien, que el destino nos sorprenda y nos reúna nuevamente. Aunque pueda sonar irracional, mi corazón se aferra a esa esperanza, a ese anhelo profundo de tenernos de nuevo.

En última instancia, sé que la decisión está en tus manos. Puedes elegir seguir adelante, alejándote de nuestro pasado y buscando nuevas experiencias. Pero, si alguna vez miras hacia atrás y ves el rastro de nuestra historia, quiero que sepas que en mi corazón siempre habrá un lugar para ti.

Andres Martz