𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏// Al temido asesino seven se le encomendó una misión matar a Jia una mujer despiada o eso es lo que dicen los rumores, ¿será que seven pueda matar aquella mujer o ay algo más que no lo permita?
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"Mientras el ha estado lejos El vivir el dia a dia ha sido duro"
Pasaron dos horas después de que Jia se quedara en trance, Seven se sentó a lado de ella para esperar a que ella dijera algo. Quería remediar lo que le había él había provocado.
-¿Que pasara por su mente?- Pensó-.
Y cuando se acerco para acomodar su cabello Jia regreso en sí. Parecía estar un poco asustada y un poco agitada.
-Estas aquí-Dijo Jia, abrazándolo- Seven no te vallas de mí por favor, te haz vuelto muy importante para mí- Dijo mientras sollozaba un poco.
-De que hablas- Dijo con algo de sorpresa- siempre eh estado aquí, y no me iré otra vez.
Jia se separaro de el agarre de Seven y este la miro sus ojos reflejaron algo de cariño por la mujer, Jia por su parte estaba un poco apenada por lo que acababa de pasar.
-Lamento mi comportamiento tan repetido, la verdad no se que me paso logro comprender del todo mi mente- Dijo la mujer-.
-No te preocupes, solo me pareció algo raro verte tan callada.
Jia en levantó del suelo y camino hacía afuera, Seven la siguió hasta llegar a la parte de afuera estaba comenzando atardecer, y ella miraba con tranquilidad el atardecer, la brisa de pegaba en su rostro haciendo que sus cabellos se movieran. Seven se sentó cerca de ella y no dijo nada solo miró el atardecer con la joven, ella coloco su cabeza en los hombres del hombre haciendo que este se tensara.
-Espero y esta vez puedes cumplir tu promesa, Seven. - Dijo con suavidad- Podrás pensar que sueno algo tonta por decirt...
-No eres tonta, deja de llamarte así- Dijo Seven- Eres muy inteligente como para que te llames de esa manera.
Es confuso verdad, pero poco a poco aquel hombre frío se estába volviendo alguien más amable y dulce.
La brisa hizo que aquel momento se sintiera tan irreal, los ojos del chico se pasaron en los labios de la joven, los cuales eran brillantes y de un color rojizo, el solo trago en seco ya que en su mente pasó el sentirla más de cerca, pero su timidez era más grande.
- ¿En que piensas?- Dijo Jia acercándose a su pecho- Sé siente tu latir muy agitado.
Por su parte no hubo respuesta solo el contacto físico del hombre acariciando la espalda de la mujer.
Paso el tiempo mientras anochecía, Jia y Seven hablan las cosas que le interesaba a los dos, Jia hablaba más que Seven, él solo la escuchaba con delicadeza.
"Mientras tú estás aquí Nada más importa"
La noche, el ruido del bosque estaba presente en todo y mientras ellos estaban afuera Seven pudo presenciar lo hermoso de aquel bosque nunca se había dado cuenta lo lindo que era. Se levantó del porche en el que estaba sentado junto con Jia.
