𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏// Al temido asesino seven se le encomendó una misión matar a Jia una mujer despiada o eso es lo que dicen los rumores, ¿será que seven pueda matar aquella mujer o ay algo más que no lo permita?
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"El mundo es un verdadero desastre, los cielos lloran Pero nada de eso me da ganas de irme"
-¿Terminaste la misión?.
-Eso no es de tu incumbencia Fénix.
Seven había llegado a lugar donde se encontraba los asesinos de las sombras, el líder aún no se encontraba en el lugar así que aquella reunión tuvo que esperar prolongarse un poco más de lo habitual. Aquel lugar era frío y oscuro para muchos algo aterrador, pero el pelinegro ya estaba acostumbrado a este lugar lo sentía acogedor.
Con algo de dificultad Seven se coloco en una de las paredes del lugar. Le dolía el pecho y la cara los lugares donde recibió los golpes de la aquella bruja como el solía llamarla.
-Valla parece que aquella mujer te dejo marcado- Dijo una voz a lo lejos-.
Seven se quedo en un silencio y una total seriedad.
-Parece ser que aquella mujer te dejó herido- Dijo Diente Rojo- ¿acaso pudo más ella que tú?.
-¡Y a ti que carajos te importa¡- Dijo con algo de molestia-.
-¡Podrían dejar de discutir este lugar no es para eso!- Dijo Fénix- cuando estén lejos de aquí podrán discutir todo lo que quieran mientras esperemos al líder aquí.
Pasaron algunos minutos más y como era de esperar el líder apareció delante de ellos.
-Como ya todos sabemos se te encargo matar a La Bruja Negra; y que tenias que traer algo para confirmar que estaba muerta ¿Cumpliste con tu mandato?. -Dijo aquel hombre sentado en un especie de trono en medio de todos-.
-Si señor. -Dijo sacando un frasco con un líquido rojo que parecía ser sangre- Trage su sangre como prueba que esa mujer está muerta y que no matará a nadie de nuevo. -Sigo diciéndole al líder-.
-Está bien Seven ahora puedes irte y no seras llamado aquí a menos que se te llame- Dijo con un tono autoritario- cualquier cosa que pase ya sabes las reglas si llegaras a traicionar a esta organización, Morirás.
Aquella reunión había llegado a su fin, Seven salió del lugar y se dirigía a una posada para pasar la noche, en el camino se topo con Fénix. Ningún de los dos dijo nada y solo se quedaron en silencio caminando hacía la posada donde pasarían la noche.
Llegaron a una posada era grande y parecía buena para hospedarse. Entrando al lugar miro todo y recordó aquella cabaña donde vivía Jia.
-Una habitación para uno.
Entro a su habitación, era grande nada fuera de lo común lo típico que hay en un lugar de hospedaje. Seven hecho un desastre y necesitaba curar su cara ya que esta tenia algunos moretones y uno que otro rasguño.
Dejo su espada y otras cosas en una mesita de noche que estaba cerca de la cama, quito sus ropas y se dirigió al baño.
Entrado en el baño, se sumergió en el agua caliente de la bañera entrando en un estado de relajación profunda, cada músculo de su cuerpo, cada pelo de su cabello se relajo el había tenido unos días demasiado difíciles y cansados.
En su mente pasaron muchas cosas que hicieron que recordará aquella noche donde alguien mostró interés en él, no al típico interés de que alguien lo quiera matar como el estába a costumbrando, si no que era un interés diferente y nuevo para el, estaba acostumbrado para pagar ese tipo de atención pero la situación era complicada ¿Que es lo que realmente sentía?. Su mente era un completo infierno pues al tratar de no recorla su subconsciente lo traicionaba pues se acordaba perfectamente del color de su piel, recordaba su cuerpo, recordaba cada una de las facciones de su cara al verla dormida, recordó aquel beso tan repetido.
-¿Qué carajos el lo que me pasa?- pensó.
"Mientras tú intentas olvidarme tu mente siempre te tracionara, pues yo seré quien se quede como dueña de tu corazón"
Terminado su baño se coloco una toalla en alrededor de su cintura salio del baño y buscando en el armario encontró las batas para domir se puso una de estas y se acostó en la cama y durmió.
Se despertó molesto parecía que ni en sus propios sueños aquella mujer lo dejara en paz. Quería sacarla de su mente ¿Cómo es posible que un hombre como el estuviera como un adolescente pensando en aquella mujer?
-¡Mierda!- dijo molesto- odio a esa maldita mujer.
-¿Que eso lo que pasa conmigo?- se preguntó-.
No faltaron más cosas solo sentía atracción nada más. De ahí en fuera era el odio a Jia por culpa de ella desobediencia las fuertes reglas del líder.
La noche paso Seven durmió pero al despertar en la mañana se sentía cansado, salió de su habitación para desayunar algo y se encontró a Fénix y se sentó con el. Fénix no digo nada solo lo miro al hombre.
-Seven, te haré dos preguntas- Dijo mirándolo- ¿Cumpliste con tu misión?, ¿Por qué parece que La Bruja Negra te hubiera puesto unos buenos golpes?
- En primera si cumplí con mi misión y en segundo fue una batalla difícil ella era muy difícil de matar.
-Dificil pero no imposible- Repondio Fénix-
Seven no respondió nada no quería seguir hablando de ella.
Jia, Jia, parecía que eso nombre hiba hacer muy recurrente en su vida durante mucho tiempo.
"El amor puede ser más difícil de lo que pensé pero quiero ahogarme en el"
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