𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏// Al temido asesino seven se le encomendó una misión matar a Jia una mujer despiada o eso es lo que dicen los rumores, ¿será que seven pueda matar aquella mujer o ay algo más que no lo permita?
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Seven pensó lo fácil que seria matarla mientras ella estuviera durmiendo, pues no podía caer en la tentación de hacer otra cosa que no estuviera en la misión.
-¿Entoces si o no?- Dijo Jia con un tono de molestia- Porque si no tendré que pelear contigo y dudo que salgas con vida.
-¿Te crees poderosa o algo por el estilo?- Dijo seven de una manera arrogante- Una mujer como tú no lograría hacerme ningún rasguño.
-¡Ay por favor! No te creas tanto por tu rango, aquí han llegado muchos con ese mismo cuento y ninguno salió de aquí con vida.
El joven se estaba cansado de escuchar a la mujer y haciendo un movimiento sacó su espada y la uso para herirla pero, Seven no contaba de que a esta no le paso absolutamente nada.
- Antes de que intentes matarme déjame vestirme, pues osea no quiero morir con la cola al aire -Dijo esta caminando como si nada en dirección a la cabaña.
-¡Oye tú, deberías de estar en el suelo muerta!- Dijo él hombre, ya enojado con las actitudes de la mujer.
- Lo siento pero, yo quiero cambiarme- Dijo la mujer entrando a su morada.
- Esto va hacer más difícil de lo que creí-Pensó el joven- Si me quedo con ella, se dormirá y entrará en un estado débil, esta sería mi oportunidad para matarla.
Seven espero a que saliera la mujer de la cabaña, cuando está salió de allí le dijo lo siguiente.
- Lo pensé bien y me voy a quedar contigo, estoy muy harto de tí como para que me ganes una batalla.- Dijo molesto.
En el fondo tenia seguro su plan de asesinar a aquella mujer.
- ¿Vez que fácil es dejar de ser orgulloso?- Dijo esta y lo invitó a entrar a su cabaña.
Cuando el asesino entró al lugar se llevó con la sorpresa de que aquella cabaña que por fuera parecía abandonada, por dentro era un lugar acogedor y cálido. Él solo miró con seriedad a la mujer quien lo invitó a sentarse cerca de una mesa en la que estaba una botella de Baijiu con dos vasos.
- Sé que pensaste que mi hogar seria un lugar horrible y asqueroso por dentro, pero en realidad es solo una ilusión para que nadie se atreva a pasar por aquí o intentar robarme.
- ¿Cómo es que lograste esto?-Dijo en un tono curioso.
- ¿Eres idiota o qué?- Dijo con algo de burla- ¿O es que no haz escuchado todos mis rumores? Los cuales son mentiras estúpidas, soy una bruja pero no me importa o interesa lo que piense los del pueblo sobre mi.
Seven al escuchar eso la miro dándole una mirada fría, en ese momento sirvió un trago de Baijiu para el y para ella y tomó de este.
La noche se volvía más lenta para ellos. El Baijiu se terminó y Jia estaba ebria.
-llevame a la cama y quédate a mi lado-Dijo gateando en dirección a seven, quien en el instante la aparto- solo llévame; se que no dejaras que te ame o sí.
Este solo la cargo hasta donde estaba la habitación de esta. Y la dejo acostada en su lecho -quédate. Se giro y la miro, vio sus ojos que por el efecto del alcohol se veía más negros. El por alguna razón quizo obedecer aquella y sutil orden y se quedo a su lado.
La noche paso lento para Seven, este quería a toda costa que Jia estuviera profundamente dormida para terminar la misión. Y todo salía a la perfección o eso parecía.
Se acerco para cortar su cuello, acercó la daga a su cuello pero algo paso el brazo y hizo que arrojará la daga. En un movimiento Jia estaba encima de él con la misma daga rozando el cuello de este.
-te crees capaz de muchas cosas pero no vas asesinarme ni hoy ni nunca. Seven.- Dijo con una mirada totalmente diferente una mirada que desprendía autoridad-
-vez sabia que tus caprichos aveces son una molestia - Dijo una voz entre la oscuridad de aquella habitación.
