𝑳𝒂 𝒎𝒆𝒋𝒐𝒓 𝒎𝒂𝒍𝒅𝒊𝒄𝒊ó𝒏// Al temido asesino seven se le encomendó una misión matar a Jia una mujer despiada o eso es lo que dicen los rumores, ¿será que seven pueda matar aquella mujer o ay algo más que no lo permita?
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°•"𝘈𝘺 𝘥𝘦 𝘮𝘪 𝘭𝘭𝘰𝘳𝘰𝘯𝘢 𝘓𝘭𝘰𝘳𝘰𝘯𝘢 𝘵𝘶 𝘦𝘳𝘦𝘴 𝘮𝘪 𝘹𝘶𝘯𝘤𝘢"•°
La vida es poco impredecible, aveces lo que más planeamos es lo que nunca sucederá, o bueno si es que en algún momento la vida nos traiciona cómo lo está haciendo con estos amantes.
Pues las lágrimas que salían de los ojos de la mujer, hacían que el hombre se quebrara de igual manera, el levantó el mentón de la mujer; se encontró con los ojos de aquella mujer, aquella mujer que según el hasta llorando era hermosa, poso su mano para limpiarsus lágrimas, y al terminar se acerco para darle un beso en la frente.
-Ya amor mio, no me gusta verte llorar, por cuando lloras, mi alma se rompe- Dijo colocando la cabeza de Jia en su pecho- Eres y serás mi llorona, y mi promesa será jamás olvidarte y tener mi alma junto con la tuya.
-Seven...-Dijo intentando no seguir llorando- No quiero que nada te pase, no quiero que mi sueño se cumpla, no aguantaría vivir sin ti.
Ella solo toco el pecho de su amante y se tranquilizo, pues el tacto del joven la hacía tranquilizarse.
-Eres mi alma y tu corazón es mi pasión, no me interesa si eres una bruja o una temida asesina o una asombrosa bailarina, yo soy un simple mortal delante tuyo, Te amo Jia- Dijo con una voz melosa-.
El alma de Jia se tranquilizo de una manera tan dulce, y la tranquilidad que las palabras del hombre hicieron que ella dejara de llorar.
La noche llegó y ambos decidieron dormir, aunque Jia no quería dormir, pues el miedo de volver a soñar con lo mismo la estaba consumiendo.
-Carajo-Susurro-.
Ella se movía de un lado a otro; y no podía conseguir dormir; ella lloro de nuevo, Seven la escucho y se levantó.
-¿Qué te pasa?- Dijo abrazándola-.
-No puedo dormir, creo que es por que no dejo de pensar- Dijo entre lágrimas-.
-Deja pensar eso llorona- Dijo acostándose- Ven acuéstate conmigo- Dijo abriendo sus brazos para abrazarla-.
Ella se acostó en su pecho y durmió a lado de su amante.
A la mañana siguiente se levantaron con fuertes golpes que venían de afuera. El hombre se levantó para ver que era lo que pasaba.
-Seven, que bueno, que estas aquí; tenemos que irnos.-Dijo Shen con una desesperación-.
-¿Qué pasa shen- Dijo confundido-¿Por qué tanta desesperación?.
