DEATH NOTE | OMEGAVERSE

IX

—No lo quiero aceptar.

—Por favor, Takada. Es lo mejor que podríamos hacer.

—¡No lo acepto, Light! Una cosa es que te ayude porque te admire, ¡pero otra muy distinta es dejar que te beses, te toques, te acuestes con él!

—Takada... —se arrodilló frente a ella, tocando sus muslos. —Esto podría ayudarnos a deshacernos de él, tú bien sabes que él es un obstáculo, un impedimento para que tú y yo reinemos juntos, sabes de sobra que él me da asco, pero él es débil frente a mí, necesito atraparlo en mis manos, darle en su punto débil y finalmente, podríamos matarlo.

La omega hacía pucheros infantiles, mirando hacia otro lado.

'Agh, qué molesta.'

—Amor —tocó su rostro suavemente, redirigiendo su cabeza hacia él—No me hagas esto, tú eres mejor, eres más linda, más inteligente, por eso te elegí. No me hagas arrepentirme.

Takada dudó, pero decidió aceptarlo, solo serían quizás unos cuantos meses y luego podría estar con Light toda su vida entera, sin problemas ni obstáculos.

—Está bien, Light, pero que sea rápido.

Se acercó y la besó.

—Será rápido, te lo prometo.

[ ... ]

Los investigadores llegaron a la base de investigaciones y Watari los recibió.

—Lamento que hayan tenido que llegar hasta acá y no avisarles por mensaje, pero debo confesar que recién en la mañana fui a hacer los trámites de facturas de luz, agua, internet...

Todos se miraron extrañados.

—Está bien, pero ¿dónde está Ryuzaki? —preguntó Mogi.

—El detective L está descompuesto por esta semana, se enfermó de una gripe bastante severa, no queremos contagios o que se propague irresponsablemente así que, por favor, siéntanse libres de tomarse los siguientes días para pasar con su familia y relajarse. Nosotros les avisaremos cuando L esté totalmente recuperado.

'Descompuesto por gripa, eh...' —Light esbozó una sonrisa.

'Yo te puedo curar esa gripa'

—Pero, Watari...

—Entendemos, es una lástima, pero podemos esperar. —Dijo Light.

Todos asintieron, exceptuando a Matsuda que quedó levemente extrañado por la situación.

—Hasta luego, nos reuniremos pronto. —todos se empezaron a despedir para ir a casa.

—Vamos, hijo.

—Padre, bien sabe que he postulado a la mayoría de universidades estatales así que iré a verlas más tarde, lo veré en casa.

—Puedo llevarte, Light.

—Ah, es que iré con Takada, quedamos en casi las mismas instituciones. La esperaré afuera del edificio e iremos.

Su padre lo miró orgulloso.

—Bien, Light, nos vemos.

Light se despidió de todos y finalmente se fueron.

El castaño quedó solo en la planta, Watari ya se había retirado al primero piso a despedir a los demás, pero él subió silenciosamente hasta la habitación de L.

Intentó no esparcir feromonas para no alertar a L.

Pero fue inútil, porque lo percibió igualmente, su olor, era tan característico.