Tu esencia [GRELLIAM]

XIX

Mientras entraba a la recepción de su nueva vivienda se acercó a los buzones para revisar su correo, ahí William encontró un par de facturas y una carta. Cerró el buzón y continuó su camino, en esa caminata abrió la carta, revelando una invitación a una boda.

— Alan y Grell.. — suspiró.

Estaba sorprendido, no podía creer que después de todo lo que había pasado aún lo fueran a invitar ¿o acaso era algún plan siniestro por para de Alan? Como una especie de burla, pero el sabía que Alan no sentía nada real por Grell, además habían pasado semanas desde que tuvo algún contacto con alguno de ellos, lo último que supo fue que Sebastian terminó en prisión por unos años y Grell fue detenida por menos de un día.

El aprovechó esa misma noche para huir a otro lugar en la ciudad, necesitaba dinero para salir del país, quería olvidar y dejar atrás todo lo que le había pasado ese año.
Pero con esa invitación en sus manos, varios pensamientos reprimidos volvían a aparecer en su mente ¿cómo reaccionarían si apareciera ahí como si nada? No quería causar más daños a Alan de lo que había hecho hasta ahora, pero le causaba curiosidad saber qué haría Grell. El más que nadie sabía que entre esos dos las cosas no estaban en los mejores términos y que el vaso ya estaba más que lleno, quizás incluso desde hace un tiempo se había caído y arruinado.

....

Durante la misma semana en la que le informaron sobre su embarazo, Alan no tuvo el tiempo suficiente para reunirse con Eric, todo lo relacionado a la boda se le estaba viniendo encima y la fecha de la misma también se acercaba, lo único que logró decirle al rubio fue que tenían que hablar en persona, más no el lugar o tiempo exacto en el que tendrían esa conversación.

Ahora el castaño se encontraba delante de un espejo, terminando de acomodar su traje de novio y velo, su expresión sólo mostraba suma tristeza y eso es algo que su padre notó al instante.

— Hijo — le llamó con cariño, se acercó a él y terminó de acomodar su corbatin — Te ves muy bien.. —

— Gracias.. — Alan desvío la mirada de su padre.

— ¿Estás nervioso? —

— No lo sé... no me quiero casar con ella — suspiró — Todo el mundo sabe las cosas que ella a hecho a mis espaldas y.. eso.. eso solo me hace sentir como el hazme reír — frunció el seño.

Su padre suspiró levemente y agarró ambas manos de su hijo — ¿Me creerías si te dijera que tu madre también fue así? Aunque ella lo disimuló mejor.. y fue con otros omegas de nuestro círculo, no cualquiera.. yo me di cuenta años después..  probablemente cuando eras un niño más pequeño que ahora — se burló de sí mismo.

— Mamá es una hipócrita — chasqueó la lengua — Lo siento —

— No importa, estoy muy viejo para seguirme quejando de eso.. solo la confronté una vez y no me fue bien, me quedaré callado por el resto de mi vida — ahora también el se veía algo triste — Pero me alegra que tu si hayas sido capaz de echarle en cara a Grell todos sus errores ¿está cambiando, no? —

— Un poco si.. pero no la quiero y jamás la volveré a querer — frunció el seño — No me pidas que le de una oportunidad ahora, ya no merece más  —

— Entiendo — su plan falló, pero el sabía y en muchos momentos estuvo en la misma situación que su hijo — Pretende estar feliz por hoy ¿si? Ya sabes como es tu madre, no debe tardar en entrar.. —