Capítulo 6

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(Narra _____)

Había perdido. Tenía que besarlo. Obviamente no iba a ser en la boca, no soy tonta (bueno, mas o menos) salimos de nuestro escondite y nos miramos unos segundos a los ojos. 

-Ni creas que voy a besarte en los labios -dije. Él sonrió maliciosamente (lo que me hizo sospechar) y habló. 

-Bien -respondió. Rápidamente acerqué mis labios a su mejilla, y antes de que él girara su cabeza para besarme en los labios, paré. 

-No vas a hacerme caer en esa, no soy tarada -sonreí cruzando los brazos ante su mirada de sorpresa, obviamente, no se lo esperaba. Se sonrojó como un  niño descubierto robando un dulce. Nos miramos y luego estallamos en carcajadas. 

-Por tu engaño, la apuesta está cancelada -dije, dejando de reír. Rubius me miró decepcionado. Pero luego sonrió. 

-Está bien ¿quieres ir a buscar a tu hermano? -propuso mirando sus manos. Asentí con la cabeza y fuimos al comedor. Allí lo encontramos charlando con la pelirroja. Nos acercamos y le sonreí. Ellos inmediatamente dejaron de hablar y la pelirroja me miró sonriente, parecía amable. 

-¡Hola! Soy Amelia ¿quién eres tú? -preguntó mirándome. En vez de las miradas de asco y odio que me daba Betty, las miradas que me daba Amelia eran dulces y cálidas. Le sonreí y me senté a su lado. 

-Soy ____, gusto en conocerte -le respondí -y el es Rubén, pero le dicen Rubius -le expliqué señalando a Rubius. 

-¡Oye! ¡Puedo presentarme yo mismo! -me dijo molesto, pero yo sabía que era en broma. Amelia le sonrió y le estrechó la mano. Rubius se sentó a mi lado. Gonzalo nos miró algo molesto y carraspeó. 

-Em, hermanita, ella es Amelia -explicó- es una youtuber extranjera, y sólo sabe lo básico de este idioma, por eso la estoy ayudando. 

Intercambiamos miradas con Rubius y sonreímos.

-Y... también le enseñas a besar ¿no? -pregunté sonriendo y poniendo cara de inocente. Gonza se sonrojó y me miro enojado. Creo que Amelia entendió una parte de lo que dijimos, pues se puso colorada y bajo la vista. 

-Que profesional eres para ponerlos incómodos -me susurró Rubius. Sonreí y le susurré:

-Lo sé. 

Gonzalo arqueó una ceja y sonrió maliciosamente. 

-Y... ¿Qué estabas haciendo con Rubius, eh? -preguntó en tono de acusación. Rubius se volvió un tomate, pero yo quedé normal.

-Hablando ¿acaso no podemos? -respondí desafiante. Amelia nos miró a los dos, como si estuviera mirando un partido de ping-pong. Probablemente ella no sabía nada, así que la situación se  debe haber tornado algo incómoda para ella. 

-Bien ¿y de qué hablaron? -contraatacó Gonzalo. A veces mi hermano puede ser muy pesado y muy celoso, pero ahora sólo tenía ganas de pelear. 

-De cosas. No tengo porqué decirte -respondí. Eso sonó un poco grosero, pero me molestó su actitud. Rubius me miró sorprendido y tragó saliva. Hizo ademán de decir algo, pero luego se calló. Gonzalo me miro desafiante. 

-Bueno, entonces no tengo porqué decirte de qué estuve hablando con Amelia -dijo. 

-Bien -respondí, enojada. 

-Bien -respondió, enojado. Y ambos nos fuimos en direcciones contrarias, llevándonos a nuestros acompañantes del brazo.  

Cuando salimos del comedor, ya era de noche. 

-¿Siempre pelean así? -preguntó Rubius. 

-Sí. Somos hermanos -respondí indiferente.

-¿Sólo por eso se pelean? -preguntó confundido. 

-Es normal -respondí, algo cansada. Rubius miró por la ventana.

-Hum, bueno. 

Miré hacia el lado contrario de Rubius, pero caminábamos juntos. Ya casi estábamos llegando a la habitación cuando algo jaló mi brazo y luego puso sus dos manos a cada lado de mis mejillas. 

Rubius me estaba besando. 

Ella (youtubers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora