Ella (youtubers y tú)

Capítulo 7

(Narra Rubius) 

No sé porque lo hice. Simplemente algo en ella me llamó. Sus labios, perfectos, de repente sentí ganas de besarlos, y no pude contenerme. No sé si le gusto, pero para mí valió la pena. 

¿El problema? No me está siguiendo el beso. Agh, quizá lo arruiné todo. Sentí sus manos en mi pecho, intentando separarse.  No la obligué y la solté. Algo se rompió en mí al ver su cara de confusión y tristeza, con una lágrima amenazando con salir.  

-Yo... Siento haberte incomodado -murmuré bajando la cabeza. Ella me miró unos segundos y luego salió corriendo hacia la habitación, luego sólo sentí un portazo.  

(Narra ____) 

Corrí y llegué hacia la habitación que compartía con mi hermano y con... él. Las lágrimas salían de mis ojos sin control. Fui hacia el baño, tropezándome con algunas cosas. Cerré la puerta con tranca y me senté en el suelo. Tapé mis ojos con mis manos, haciéndome bolita. 

¿Cómo nos miraremos a los ojos ahora? Quizá ni siquiera lo hagamos. Quizá tenga novia y me usa durante su estadía aquí ¿Qué voy a decirle cuando nos veamos? Ojalá pudiera pasar toda la vida encerrada en este baño. 

¿Porqué estoy así? Permítanme explicarles... 

En esa preciosa edad de 15 años, jugué a verdad o reto con mis amigas. Elegí reto y me tocó besar a un chico nuevo supuestamente llamado Tom (digo supuestamente porque en ese entonces dudaba cuál era su nombre) Pues, lo hice y empezamos a charlar, conocernos y hacernos amigos. Poco a poco esa amistad comenzó a convertirse en algo más... Cuando nos hicimos novios formalmente, tres días después descubrí que estaba con dos chicas más. No tuve coraje ni para mirarlo a la cara. Y desde entonces ya no nos hablamos, y no tengo ni idea dónde está, si se murió o se hizo gay y ahora tiene cinco hijos.

                                                                    FIN 

Pues, por eso me puse tan mal por lo de Rubius. Me costó mucho volver a ser quien era. No quiero sufrir por lo mismo. Luego de llorar, hipar, largar mocos y lavarme la cara, escuché tres golpes tímidos en la puerta del baño. Me entró pánico, pues pensé que podía ser Rubén. 

-¿Quién es? -pregunté intentando sonar normal.

-Madonna, bue -respondió Gonza. Suspiré de alivio y abrí la puerta -¿Qué te pasa? Has estado ahí medio año, che. Y Rubiuh no aparece por ningún lado. 

-Estoy bien -respondí intentando no sonar mal -Y no me interesa dónde está ese, Madonna. 

Gonza sonrió. 

-Pues no sé que mierdis pasó entre "ese" -dijo haciendo comillas con los dedos -y vos, pero te voy diciendo que son las 12 de la noche y me muero de sueño. Y no creo que vayas a dormir en el baño. 

Reí y salí del baño apagando la luz. Me tiré en la cama, y Gonza se tiró encima mio. 

-Uh, salí que me aplastas, morsa -dije moviéndome molesta.

-¿No que era Madonna? -preguntó divertido. Salió de encima mío y se encerró en el baño. Aproveché para ponerme mi pijama y acostarme. Gonzalo salió unos minutos después. 

-Demorás más que yo, che -sonreí mientras me tapaba mejor. 

-Es que tengo que hacer mi ritual de belieza -dijo haciendo poses e intentando hacer una voz de mujer. 

-Pues no te sirven, entonces -respondí riendo. Gonza dejó de poner las manos en jarra y hacer la boca de pato para mirarme molesto. 

-Voy a hacer como que no oí eso, buenas noches -dijo aún con voz de mujer. Lo único que escuché antes de dormirme fueron sus ronquidos.