𝙱𝚘𝚜𝚜's 𝙶𝚒𝚛𝚕 - 𝖹𝖡1 Zhang Hao

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- No, ni lo sueñes papá. Ella también tiene sus compromisos - defendió el azabache.

Zhang Hao estaba en la sucursal de Corea de la agencia de su padre, atendiendo unos asuntos de su futuro cargo mientras discutía por teléfono con su progenitor.

- ¿Quieres que te diga la verdad, Hao? Me importa poco lo que tenga o no tenga que hacer esa niña. Esa omega tiene más responsabilidades contigo como esposa de las que tiene en su toda vida - el señor Zhang se oía molesto, haciendo que su hijo perdiese la paciencia - Lo haces tú por las buenas, o lo hago yo por las malas, Zhang Hao -

El mayor de los alfas cortó la llamada, frustrando aún más al azabache. Soltó todos las papeles que tenía en la mano y el celular para llevar su cabello hacia atrás, pensando en el siguiente paso.

- Llámala, si .. - dijo para si mismo, tomando el celular.

Primero revisó el horario de la rubia, y casualmente estaba en receso ahorita. Así que decidió a marcar su número.

- ¡Hola, Zhang Hao! - escuchó mucha bulla y la emocionada voz de la omega, causándole una sonrisa sin notarlo.

- HeeYoung, necesito hablar contigo - suspiró - ¿Estás ocupada? -

- ¡Noo, pero hay mucho ruido! ¡Espera! - escuchó la intensidad del ruido disminuir con unos pocos segundos - Ahora sí, cuéntame ¿de qué hay que hablar? - su tono de voz también se volvió suave.

- ¿Tienes pasaporte, Young? - Zhang Hao encendió la laptop frente a él.

- Si, si tengo ¿Por qué la pregunta? ¿Iremos de viaje o algo así? - se sintió la curiosidad en su pregunta.

- Si, tenemos que viajar a Estados Unidos - el alfa empezó a redactar documento rápidamente - El problema es que tenemos que irnos lo antes posible, así que.. ¿Qué probabilidades tengo de sacarte de la universidad antes de que acabe tu horario? -

Colocó el teléfono en altavoz mientras ocupaba ambas manos para terminar el documento más rápido, dejando el aparato en su escritorio.

- Puedo salir de aquí sin muchos problemas, solo tendría que dejar un permiso o algo que justifique mi ausencia por ..cuantos días toque estar afuera -

- Estaremos allá por al menos tres días, contando desde hoy - explicó - Y el permiso ya te lo tengo hecho, pasaré por ti para que lo entregues y vayamos a hacer maletas - acabó de imprimir el documento y apagó la laptop, junto a todo en su oficina.

- Está bien, te espero en la banca de la entrada que ya conoces -

Zhang hao guardó el celular, tomó su chaqueta de mezclilla nuevamente y salió del edificio rumbo a su auto.

Quince minutos después estaba estacionando el vehículo y bajando del mismo, encontrando a la rubia caminando hacia él.

- Llegaste rápido - el chico le entregó la carpeta que tenía, para que le diera el visto bueno al documento - Está perfecto, vamos -

Sin darse cuenta de los hechos, HeeYoung había tomado la mano de su esposo al guiarlo por las instalaciones de su área. Estando el alfa ligeramente sorprendido por lo espontánea y distraída que podía llegara a ser la rubia.

- Esa es la oficina de dirección, voy y vengo - señaló una puerta blanca y fue hacia ella, dejándolo solo.

El pasillo no estaba sólo, habían más personas, que por los aromas en el aire Zhang Hao pudo notar que la mayoría eran omegas.

Omegas cuyo de cuyo centro de atención se volvió sin siquiera intentarlo.

- Eres lindo ¿Tienes omega, guapo? Sino estoy a ti disposición - se acercó un chico muy lindo hasta donde él estaba.

- Si aceptas un trío, yo también estoy disponible - ahora se acercó una chica pelirroja.

- ¡Hao, ya está listo! - se acercó la única razón por la que él seguía ahí - Ya podemos.. irnos - Hee miró a las dos personas junto a esposo.

HeeYoung notó las intenciones en el aire, más la expresión seria de su pareja delataba todo el contexto.

Y como si se hubiesen sincronizado mentalmente, ambos actuaron para dar a entender su estatus.

Cuando ella se acercó lo suficiente, Zhang Hao tomó su cintura con una mano para pegar sus dos cuerpos y estampar sus labios en la mejilla de la rubia.  HeeYoung entendió todo así que lo dejo actuar, colocando sus manos en el pecho del alfa por el que se estaban derritiendo en estos momentos aquellos dos omegas.

Lo cohibida que se sintió HeeYoung cuando quedaron solos en ese pasillo al aún sentir la firmeza de la mano del azabache en su cintura fue indescriptible. Se sintió pequeña, y él muy avergonzado de sus acciones.

Nunca se había atrevido a tocar a una omega de esa forma, conocida o desconocida. Pero lo había hecho con su propia esposa y se sentía raro.

- ¿Cuál es el plan? - se atrevió a hablar la rubia, cuando llegaron al auto.

- ¿El plan? Dejarte en tu casa para que empaques y te prepares, yo iré a mi departamento a hacer lo mismo. Cuando termine te buscaré, en el auto irá uno de mis guardias, él vendrá con nosotros y se llevará el auto de regreso a la empresa una vez nosotros nos hayamos ido - encendió el motor y avanzó.

HeeYoung no esperó que realmente hubiese un plan detallado, pero solamente asintió a todo. Tampoco es como si pudiera negarse.