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- Zhang Hao - la mujer puso una pila más de carpetas en el escritorio - ¡Zhang Hao, deja eso! ¡Estoy hablándote! -

Él no tenía nada en contra de su madre, la amaba a pesar de lo irritante que le resultaba su voz en estos momentos.

El alfa simplemente soltó su bolígrafo, lo dejó sobre la mesa y se resignó a mirar a su progenitora.

- ¿Si, mamá? - se limitó a decir.

Lo último que necesitaba en estos momentos eran discusiones, más discusiones.

- Tu padre me pidió que te trajera esto - señaló las carpetas - Son tres contratos para nuevos inversionistas que necesitan ser revisados antes de entregarlos -

- Cuando termine el explícito contrato que mi padre me pidió para entregar antes de que se acabe mi jornada empezaré con esos - dijo para volver a tomar su bolígrafo.

- Estos también son para hoy, no puedes irte sin dejar esto en la oficina de tu padre para que se los envíen -

Zhang Hao quiso tirarse de cabeza por la azotea del edificio al ver que cada carpeta traía como veinte o treinta páginas.

Y el que estaba redactando estaba por llegar a las catorce hojas. Seguía sin entender por qué su padre necesitaba los documentos escritos cuando claramente hacerlos en computadora sería mucha más fácil y rápido.

Ya intentó entregarlos por correo y sólo logró que borren la evidencia de su trabajo.

Había pasado todo el santo día en la oficina principal de la empresa, solo, entre montones de papeles y sellos. Ni siquiera había salido almorzar, su hambre se hizo a un lado cuando su padre lo llamó y menos de cinco minutos acabaron discutiendo.

Tanto fue el problema que acabó viniendo su madre en un yet privado en la tarde nada más para ver que cumpliera con sus deberes.

¡Como si fuese un jodido niño!

Así lo estuvieron tratando sus padres toda la semana. Como si no recordasen que ellos mismos fueron quiénes lo ataron legalmente a cierta omega de cabellos rubios.

Omega con la cual no había hablado desde hace dos días, en al último reunión de publicidad que tuvieron en un hotel en Busan.

- Hao, hijo - la voz de su madre lo sacó de sus pensamientos - Mira quienes quisieron venir a verte -

Y dos pares de zapatos pequeños también. Estaba confundido.

¿Qué hacían sus sobrinas en su oficina?

- ¿YiZue y YuXi? -

- ¡Tío Hao! -

Sip, Hao tenía un medio hermano de la misma edad, KuanJui. Un omega empresario en su familia, algo nuevo y no esperado.

Pero a él mo le molestaba en lo absoluto. A pesar de saber que no comparten la misma madre, ellos mantenían una muy buena relación desde que tienen diez años. Así fue hasta que KuanJui fue marcado y se casó con un alfa de otra empresa, con quien tuvo a sus dos hermosas sobrinas.

A las cuales desde hace mucho no veía, pero sin duda habían crecido mucho.

Estaba feliz, estrenado y feliz.

Ambas niñas lo abrazaron, forzándolo a levantarse de su escritorio.

- Ustedes están muy grandes, ya no les puede decir bebés- acarició la cabeza de ambas pequeñas - Extrañaba verlas, niñas -

- Y nosotros a ti, tío Hao - habló una pequeña castaña.

- ¡Papá Jui nos dejó venir a verte y pasar la semana contigo! - exclamó con emoción la otra pequeña, de cabello blanquecino.

Zhang Hao miró a su madre tras procesar las palabras de las niñas, y ésta sólo las miraba con seriedad.

- Niñas, tengan - la mujer les extendió un par de billetes - Vayan a la cafetería del primer piso y pidan lo que quieran, con moderación por favor -

El par de infantes salió de la oficina corriendo, dejando al alfa con su madre mirándolo de maestra expectante.

- No puedo quedarme con ellas, mamá. Tengo reuniones pendientes, necesito terminar con esos contratos. No tengo tiempo para estar pendiente de ellas, lo lamento -

- Tampoco tienes otra opción, ellas se quedarán aquí por al menos un mes, contigo -

- ¡Pero estoy ocupado, madre! -

- ¡Dile a tu esposa que te ayude! - se acomodó su cabello - Si no puedes, ella lo hará. Así podrán ir practicando para cuando me den nietos -

Hao se revolvió el cabello con frustración.

- Sus cosas están en la recepción, ellas toman sus clases online así que eso no es un problema. Eres el único que puede hacerse cargo de ellas por los momentos -

- ¿Por qué? ¿Papá y tu no pueden cuidar de ellas? - se quejó - Por si no lo notas, esas pilas de papeles no son para colorear, madre -

- Porque sabes que a mí no me importan esas mocosas, no son de mi sangre - dijo ella despectivamente - Sólo me pidieron que las trajera contigo porque el otro hijo de tu padre me lo pidió, mejor dicho.. tu padre me pidió que las trajera -

Ahora todo tenía sentido. Porque Hao sabía de sobra que a ella no le gustaba nada que estuviera relacionado con KuanJui.

- ¿Por qué papá te pidió que las trajeras conmigo? - preguntó, tranquilo.

- Tu hermanastro y su pareja sufrieron un accidente automovilístico en la mañana cuando iban al médico, un auto los chocó - admitió sin pena - Ellas no saben nada, creen que sus padres están de viaje y están en un hospital, estables, pero igual no tienen con quién más dejar a sus hijas. Fue lo que tu padre vió más pertinente hacer, yo no haré nada al respecto -

Zhang Hao estaba en shock, ahora comprendía perfectamente lo que su esposa había sentido estando de visitante en un hospital desde hace un mes por su familia.

Se lamentaba no estar cerca de su hermano para ayudarle tanto como pudiese.

Así que sólo le quedaba ayudarlo de una forma, de la única forma en que se lo estaba pidiendo.

Debía hablar del repentino cambio de planes con HeeYoung lo antes posible.

- Esta bien.. yo me quedaré con ellas - sinceró.

- Recuerda que no te quedaba de otra, Zhang Hao - ella rodó sus ojos, tomando su cartera - Debo irme, el yet esta esperando por mí para volver. Debes terminar eso y enviarlo hoy ¿entiendes? - señaló los papeles antes de irse.

Hao suspiró profundamente y asintió, quedando aún más atareado y estresado de lo que pensó.

𝙱𝚘𝚜𝚜's 𝙶𝚒𝚛𝚕 - 𝖹𝖡1 Zhang Hao Donde viven las historias. Descúbrelo ahora