𝙱𝚘𝚜𝚜's 𝙶𝚒𝚛𝚕 - 𝖹𝖡1 Zhang Hao

08

- ¡Pequeño Zhang! -

El mencionado se alarmó, buscando a quien lo llamó disimuladamente. Hasta que se topó con la rubia mirando hacia un punto, y lo encontró.

Ella miraba al hombre festejado, que se acercaba a ellos.

- ¡Me alegro que hayas venido, y en compañía mucho mejor! - el señor escaneó a la rubia, intensamente - Y tu debes ser la nueva señora Zhang. Es un placer admirar a una belleza de su calidad -

Los halagos pudieron haber sido más de ser por la dura mirada que Zhang Hao le dió al señor Peng, quien al parecer entendió y se detuvo.

HeeYoung se sentía fuera de lugar, le dió una pequeña sonrisa al hombre de esmoquin costoso antes de simplemente desviar la mirada.

Mentiría si dijera que estaba cómoda.

- Espero sigamos disfrutando, fue un placer verlos. Mi dulce omega me llama, con permiso - dijo aquel sujeto antes de perderse de la vista de la pareja.

Zhang tomó la mano suavemente para llamar su atención, ya que el aumento repentino de volumen los haría gritar y realmente ninguno haría eso.

Cuando él se levantó, ella hizo lo mismo. Y minutos después, acabaron en una banca en el jardín. En un ambiente mucho más tranquilo que adentro en la fiesta de gala.

- ¿Por qué salimos? -

- Pude notar que no te sentías bien - soltó el alfa con simpleza, mirándola.

Hee se encogió de hombros al darse cuenta lo detallista que podía llegar a ser Zhang Hao.

- Yo nunca dije nada -

- No hacía falta que lo hicieras, te delatas tu sola -

Ambos miraban al cielo ahora. Ciertamente, la omega no se encontraba bien, estaba aturdida y su cabeza empezaba a doler.

Mientras más lo pensaba, llegaba a la conclusión de que haber salido de casa sin comer algo y ya tener dos copas en su sistema era lo que le estaba afectando.

No estaba ebria ni borracha, pero su tolerancia al alcohol siempre fue muy poca.

Y por otro lado, aunque no lo quisiese admitir, Hao disfrutaba de la intensidad del olor a fresas que emanaba la menor. Aunque también le preocupaba un poco, tendría que ponerle mucho más atención a las personas que se acercaban para conocerla como su nueva esposa.

- Si no te sientes bien podemos irnos, HeeYoung. Ya cumplimos con nuestra presencia para satisfacer a mi padre y al señor Peng en sus negocios - el azabache había bajado la mirada hacia ella, y terminó notando algo que lo tomó por sorpresa.

La cercanía física que tenían.

Ella también tenía sus ojos puestos en él, inconscientemente creando una burbuja que los confundía a ambos.

Hasta que alguien se atrevió a romperla de la manera más brusca posible, acabando con una asustadiza omega tras los brazos de un alfa.

- Joder, jóven Zhang .. menuda suerte la que se sacó con semejante bombón. Una omega muy linda, sin dudarlo - el sujeto que tenían enfrente arrastraba las palabras con un tono arrogante.

Pero sin soltar la botella de vino vacía que tenía en la mano, cada vez apretaba con más fuerza. Alarmando los instintos de alfa de Zhang Hao.

- ¡Me da tanta rabia no poder conseguir una como la suya, maldita sea! - gritó con repentina furia aquel alfa, quien de devoraba a Hee com la mirada - ¿No te atreverías a prestarme a tu omega? Pagaría lo que fuese por ella -

- Ni lo sueñe, señor Kang. Deje de beber, aparte la botella y aléjese, por favor. No quiero tener que recurrir a la violencia -

Al señor acercarse, los hizo retroceder aún más, levantándose de la banca y caminando unos metros más atrás. El jardín estaba completamente vacío, a excepción de ellos tres.

- Y le agradecería muchísimo que no se exprese ni se acerque a mi esposa - le recalcó, poniéndose delante de la rubia para evitar que le siguiese observando.

En el ambiente se podía oler el pánico de HeeYoung, lo cual no era bueno para ninguno de los dos alfas. Hacía que el ministro borracho se alterase aún más, y hacía que Zhang se molestara ya que ella no merecía tal trato.

Realmente estaba haciendo un poder mental para no lanzarse encima del señor, sin importarle un poco las miles de relaciones que pudiese tener con su padre.

Él estaba más alterado porque se sentían demasiado las fresas por razones equivocadas.

- Ministro Wang, deténgase - una voz autoritaria nueva apareció y jaló del brazo del hombre en directo contraria a la pareja.

Uno de los guardias de seguridad se llevó al borracho de regreso al salón, y entonces el ambiente se volvió menos pesado.

Ambiente en donde, sin importar las apariencias en ese momento, Zhang Hao  se permitió soltar parte de su esencia intencionalmente al ser abrazado por HeeYoung.

El aroma a miedo de la omega fue preocupante para el azabache alfa.

- ¿Podemoz irnos, Zhang Hao? - escuchó el susurro de la menor, debido a que estaban solos.

- Claro que podemos, eso haremos. Este ya no es buen lugar -

El chico apartó de manera dulce y suavemente unos mechones de cabello que cubrían el rostro de la menor, dejando un beso en su frente.