Capítulo 2. El plan de Karin

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Eran alrededor de las tres de la tarde. La pelirrosa había llegado a su casa para cambiarse y ponerse su uniforme para entrenar gimnasia. Dicho deporte que practica desde los 5 años de edad ha sido una enorme distracción en su vida. Le ha ayudado a olvidarse de todo.

Pocas veces ha ido a concursar, su mayor sueño era participar en las olimpiadas y se esforzaba al máximo. Aunque debido a su madre era un sueño imposible. Las competencias siempre debían ser femeniles y ni que hablar de las olimpiadas, algún hombre podía aprovecharse de ella en alguno de los vestidores.

Tenía ganas de ver a su mejor amiga de la infancia Ino Yamanaka. Por desgracia, ella asistía a una escuela diferente, también provenía de buena familia. Se conocieron cuando Sakura ingresó a gimnasia a sus cortos 5 años. Pero a diferencia de ella, Ino si iba a todas las competencias. Era la representante de la escuela de gimnasia. Los papás de ella no eran exigentes, la dejaban hacer lo que quería siempre y cuando no se metiera en problemas. En una platica le había contando que incluso ya había perdido su virginidad con un compañero de su escuela.

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El chófer me dejó justo enfrente de la academia. Saludó cortesmente a la maestra y se fue en el momento que vió que me metí al edificio. Ino vino rápidamente hacia mí dándome un gran abrazo, pues teníamos un mes sin vernos ya que ella había salido de viaje.
-Que linda te ves hoy Sakura, tengo tantas cosas que contarte.
-Dime, estoy ansiosa por escuchar tus aventuras. Dije emocionada.

Me quité mi chaqueta, traía puesto un leotardo color celeste con unas medias color piel, empezamos a hacer los calentamientos iniciales. Mientras Ino me contaba toda su aventura.

-Me escapé del hotel como a las 12 de la noche... antes había visto un antro que había llamado mi atención así que había decidido ir en cuanto mis padres estuvieran dormidos. Ta ahí un chico me gustó y yo le guste a él y nos escabullimos al baño de hombres y tuvimos sexo, kyaaaa jamás había entrado a un baño de hombres y menos a coger, se siente increíble. Claro, siempre traigo condones y lo obligué a ponerse uno. Tener sexo casual con desconocidos aumenta la adrenalina.

-Que suertuda eres amiga, con ese cuerpo que tienes nadie se te resiste. En cambio yo, soy una mustia aburrida que sólo se limita a masturbarse en el baño.

Sí, no podía negar esa verdad y ella era la única que lo sabía. Desde hace un año me había entrado la curiosidad debido a que escuché una platica entre Tenten, Hinata y Temari, al inicio sólo usaba los dedos. Pero cuando se lo conté a Ino ella me dio algunos tips y me regaló algunos juguetes, que me hicieron disfrutar de una experiencia más placentera. Algunas veces si lograba el orgasmo, aunque era corto, pero me hacía sentir bien. Ninguno de mis compañeros me gustaba a tal punto como para perder la virginidad con alguno de ellos. Aparte me invadía ese temor hacia mi madre.

La clase de 3 horas terminó, el chófer llegó por mí y nos dirigimos a la casa. Ino me regaló un lubricante sabor fresa, era un bote diminuto así que no fue complicado esconderlo. En mi habitación bajo mi cama tenía un cajón cerrado con llave. Dicha llave siempre estaba conmigo, disfrazado de un dije en forma de corazón que traía como llavero en la mochila de la escuela. Sí, en la mochila porque era en la escuela donde pasaba más horas aparte de mi casa y me sentía más segura si la traía siempre conmigo. En cuanto entré a mi habitación decidí esconderlo.

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Un día más de clases había terminado. Hoy iría a casa de Naruto para hacer el proyecto. Mi niñera, así le decía yo a la mujer que siempre me vigilaba ya le había informado a mi madre que hoy me llevarían a casa de mi amiga Naru.

Decidí usar un vestido, tenía ganas de usar uno solamente. Este era rojo, de tirantes y corto, aun así traía una chaqueta negra y unas botas largas de tacón negras. Me puse un labial rojo y cepille mi cabello haciéndome unos pocos rizos. Tomé mi mochila con lo necesario y salí hasta subirme al auto.

Un motivo para existir ❤️‍🩹💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora