Cap XXV

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Boda Valyria

"Nunca seremos perfecto, pero siempre podemos mejorar"

Ni Otto ni Alicent dejaron pasar la oportunidad, ambos alegaban que como la Princesa Naekara no estaba casada y ahora esperaba a un hijo que nacería como un bastardo, por lo que debería de ser destituida como Princesa Heredera al Trono de Hierro, como Princesa Regente y Protectora del Reino por su descarado pecado.

Sus palabras fueron ignoradas por todos además de que lo hablarían cuando llegarán a Desembarco del Rey, cuando Nae despertó se sintió mareada y algo desorientada así que su familia hizo todo lo posible para mantenerla cómoda hasta que finalmente pudo estabilizarse, Aemond trataba de acercarse a ella, pero Vaegon intervino y le dio un golpe en la cara porque todos a excepción de Alicent y Otto sabían que ese bebé era de él.

Vaegon Targaryen-- Felicidades imbécil, te cojiste y dejaste a mi hermana con un niño que nacerá siendo un bastardo. — Comentó enojado.

Saera Targaryen-- Es curioso, odias a los bastardos, pero vas a tener uno... Que ironía.

Aegon Targaryen-- Ahora si que la cagaste hermano.

Daeron Targaryen-- Ay hermano, ahora todos señalarán a tu hijo como a los bastardos Strong.

Helaena Targaryen-- "Cuidado con la Flor del Dragón".

Mientras Aemond seguía recibiendo los regaños por parte de su familia, Nae trataba de sobrellevar la noticia de que estaba esperando a un hijo, se suponía que ella era estéril y era imposible poder siquiera tener un bebé propio y más a su edad, aunque su madre la tuvo a los cuarenta y ocho años, pero seguía sin creer que ahora había una vida en su vientre.

Naekara Targaryen-- ¡Basta!.. Este bebé no nacerá como un bastardo si me caso inmediatamente con su padre.

Todos la miraron con sorpresa incluyendo a Aemond, ella siempre había sido una mujer que nunca quizo casarse por deber u obligación, una mujer independiente, pero ahora lo estaba proponiendo para que así su hijo no fuera señalado como los de Rhaenyra.

Aemond Targaryen-- Nae... No tienes que hacerlo. — Propuso.

Naekara Targaryen-- Īlon've va moriot issare meant naejot zālagon hēnkirī (Siempre hemos estado destinados a arder juntos).

Con esas palabras se decidió todo, nadie objetó nada ya que ese era la decisión de ella y Aemond no se iba a negar por nada en el mundo ya que se casaría con la mujer de su vida y su hijo no nacería como un bastardo como los hijos de Rhaenyra, ambos jamás permitirían eso y mucho menos que sus enemigos tocarán un solo cabello de su pequeña cabeza.

Antes de seguir su camino, Vaegon y Saera fueron con el hombre que se atrevió a ponerle sus manos encima de su adorada hermana obligando a ir al padre y hermana del culpable, fue el mismo Príncipe y Archimaestre quien cortó ambas manos a Ser Gwayne Hightower, sus gritos de dolor eran tan desgarradores que Alicent se vómito encima cuando vio como a su hermano se les arrebataban las manos desde la muñeca tan sangrienta, Otto no podía creer la crueldad tan horrible que le habían hecho a su hijo y antes de que pudiera tan siquiera decir algo alguien lo derrumbó y un pie en su cabeza.

Saera fue quien lo derribó y tenía su pie en la cabeza del hombre que era la Mano del Rey de su ingenuo sobrino, ella ahora entendía más a su hermano cuando dijo que Viserys no se parecía en nada a sus hermanos Baelon y Alyssa, cuando ya paró de disfrutar de torturar a Otto se fue y agarró las manos de Gwayne para luego dirigirse hacia Vermithor y dárselos para que se los comiera.

La Sangre LlamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora