La Sangre Llama

Cap XXXVII

★Primeros Movimientos★

"Los insectos siempre vienen cuando la lampara empieza a brillar"

El gran llamado fue enviado y las Principales Casas aliadas de la Reina Naekara I Targaryen respondieron de inmediato, Saera llegó a la Capital con todo su Khalasar e incluso Vaegon fue con su ejército de Inmaculados que secretamente había comprado en una ocasión bajo las órdenes de su hermana, todos estaban enojados y furiosos por lo sucedió en contra de la Familia Real a altas horas de la noche por parte de Gwayne Hightower y Rhaenyra Targaryen.

Todo el ejército se reunión en la Puerta Real, la Reina Naekara estaba vestida con una armadura de plata con la insignia de la Casa Targaryen grabada en su pecho, tenía sus dos espadas de Acero Valyrio Shinefyre y Blackfyre en su cintura y portaba la Corona del Conquistador sobre su cabeza, lucia como una mujer poderosa y temible, pero más con sus ahora ojos disparejos como los de su difunta hermana, la Princesa Alyssa Targaryen, el Rey Aemond estaba junto a su esposa vestido con su armadura negra portando su espada de Acero Valyrio Verdad, llevaba la Corona del Conciliador y el Pacífico sobre su cabeza y curiosamente no portaba su parche que tapaba su hermoso zafiro donde se suponía de debía haber un ojo.

Naekara I Targaryen-- ¡Sangre de mi sangre!.. ¡Cumplieron su promesa de responder a mi llamado!... ¡Es hora de defendernos de nuestros enemigos que son traidores al Reino!.

En ese momento, Silverwing aterrizó sobre el Muro de la Puerta Real y rigió con todas sus fuerzas anunciando su llegada y haciendo más presencia a su jinete, el resto de los dragones sobrevolaban como si estuvieran esperando el preciso momento de poder hacer acto de verdadera presencia ante aquellos simples humanos que no han llegado a tener el privilegio de poder experimentar sus gloriosas presencias junto a sus jinetes.

Naekara I Targaryen-- ¡Rey Aemond, Príncipes Daemon y Rhaenys, han estado conmigo desde el inicio, son los más leales y las personas más experimentadas en batalla y en liderazgo, los nombro a los tres Comandantes de todas mis Fuerzas!.. ¡Los Maestros de Guerra de la Reina!.

Aemond, Daemon y Rhaenys se sintieron honrados de poder ser elegidos como los Comandantes del ejército completo de su Reina, los tres harían su mejor esfuerzo para cumplir con su papel como los que dirigirán a todos en la guerra que estaban por ir, si tenían que usar métodos poco convencionales y sucios lo haría porque es su situación actual jugar limpio no está en las reglas, los soldados con sus lanzas golpeaban el suelo con mucha fuerza como señal de que aceptaban la decisión de Naekara de tener al Rey Consorte y a los dos Príncipes como las personas que los guiarán para conseguir la victoria.

Naekara I Targaryen-- ¡Mis soldados!.. ¡Todos ustedes han respondido mi llamado, demostrando que la palabra de sus Casas no son volubles!.. ¡Ahora!.. ¡Nos dirigimos a la eminente guerra que nos han declarado!... ¡No bajaremos nuestras armas hasta que dos de tres de nosotros hayan caído y castiguemos a los traidores de Westeros!.. ¡Desde Winterfell hasta Dorne, desde Lannisport hasta Qart, desde las Islas del Verano hasta el Mar de Jade!.. ¡Mujeres, hombres, niños, han sufrido mucho en las anteriores guerras!.. ¡Ganemos y terminemos esta guerra juntos!.

Silverwing escupió una ráfaga de fuego al aire muestras que los Dothraki montados en sus caballos aullaban y gritaban su sonidos de que estaban listos para ir a la guerra, los soldados hacían sonidos con sus armas y armaduras, el resto de los dragones aterrizaron en zonas donde sus jinetes pudieran montarlos fácilmente, una vez que ya estuvieran posicionados correctamente en las sillas de montar dieron la orden a sus grandes bestias de que alzarán vuelo.

A cada miembro importante del bando de los Morados se le consedio un cargo de suma importancia para la guerra sobretodo para la supervivencia de la familia, porque lo primordial ante todo eran los niños ya que ellos no tenían que estar en medio del fuego por culpa de los adultos.